viernes, 12 enero 2024
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El otro patrimonio

La Real Academia Española define patrimonio histórico como “conjunto de bienes de una nación […] que son objeto de protección especial por la legislación”. Seguro que no se le ha escapado el matiz. Considerando esta acepción de la palabra, si no está protegido por alguna ley no es patrimonio histórico. Para el resto de las construcciones, la academia, como mucho,los definiría como patrimonio personal. Y por mucho que sean bienes privados, a nadie se le escapa que también configuran un contexto y aportan valor al medio de la ciudad.

No es mi intención reivindicar una protección integral de todos los inmuebles de una ciudad. Nada más lejos. Muy a menudo esto provoca más problemas que beneficios, y no son pocos los ejemplos en los que la ciudad se fosiliza bajo las estrictas directrices de la conservación. Pero sí está en mi ánimo ayudar a la divulgación de lo que sí tenemos, esté protegido o no.

En Talavera tenemos joyas como la casa de Pedro Moro, obra del talaverano Manuel de las Casas, así como la residencia de internas del colegio de Compañía de María, también diseñada por él. Recibiría el Premio Nacional de Arquitectura años después y, sin embargo, no es una figura especialmente reconocida en su ciudad natal, más allá de una placa en la Plaza Cabeza del Moro, conjunto que lleva su firma. También poseemos una de las primeras obras de Sáenz de Oíza, uno de los mejores arquitectos españoles del siglo XX: el chalé de Lucas Prieto, situado frente al Prado. Igualmente, y a pesar de la inclusión en el Docomomo Ibérico, es una obra relativamente desconocida para los talaveranos.

Pero hay más, mucho más. Edificios como el antiguo Banco de España, en la calle Carnicerías, el edificio Durán, que resuelve magistralmente la esquina entre la calle Ramón y Cajal y la calle San Francisco, o el conocido como edificio de Tresku; configuran una imagen colectiva, que para bien o para mal, apoyan y complementan lo que consideramos identitario. Y esto es solo un aperitivo de lo que una ciudad milenaria es capaz de aportar.

Nuestra ciudad tiene la suerte de haber conseguido la declaración de conjunto histórico. En ella no sólo se protegen determinados inmuebles singulares, sino que se recoge todo un entorno de protección que sirve y da sentido a aquellos. El escenario que enmarca a nuestras iglesias, claustros y murallas es tan importante como ellas mismas, y sin él perderían una parte sustancial de su valor. A pesar de ello, algunos de los que he mencionado no están incluidos, yen mi opinión deben ser entendidos y explicados. El conocimiento y difusión del paisaje de una ciudad es fundamental para su cuidado. Porque diga lo que diga la academia, esto también es nuestro patrimonio.

Nota: mi más sincero agradecimiento a la asociación AXTA (Arquitectos por Talavera), por facilitarme la información necesaria para escribir este artículo.

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