El Consejo de Gobierno ha autorizado la ampliación en 4,7 millones de euros de la convocatoria de subvenciones para la realización de acciones de formación profesional para el empleo, dirigidas prioritariamente a personas trabajadoras desempleadas para 2018.
Con ello, ha indicado el portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando, “se podrá llegar a través de 578 cursos, a 9.000 alumnos y alumnas para que mejoren su empleabilidad, y que son precisamente aquellas personas que tienen mayores dificultades para acceder o mantenerse en el mercado de trabajo”.
En la rueda de prensa para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno, el portavoz del Ejecutivo castellano-manchego ha recalcado que, en total, se destinarán a esta línea un total de 28,5 millones de euros para la realización de acciones incluidas en los programas de formación de los servicios públicos de empleo “para cubrir, en la medida de lo posible las necesidades formativas detectadas en los itinerarios personalizados de inserción y en las ofertas de empleo dirigidas a estas personas trabajadoras desempleadas”, ha indicado.
Prioridad
En este sentido, ha concretado que se va a dar prioridad a colectivos “que lo pasan particularmente mal, como el de mujeres, que sufren más el desempleo que los hombres; los mayores de 45 años, personas con necesidades formativas especiales derivadas de discapacidad, afectados y víctimas del terrorismo y de la violencia de género; así como desempleadas de larga duración, trabajadores poco cualificados, jóvenes, y, especialmente, los que han abandonado de forma temprana el sistema educativo y en su conjunto cualquier persona con riesgo de exclusión social”.
En concreto, ha explicado, las acciones que serán subvencionables están dirigidas a la obtención de los certificados de profesionalidad; las que favorezcan la realización de prácticas profesionales, “tan difícil es ese primer empleo, ese escalón tan alto que impide seguir escalando la escalera”, ha dicho; así como acciones que favorezcan las competencias lingüísticas y acciones que favorezcan la innovación y el espíritu empresarial.
Y, por último, serán también objeto de subvención, las becas y ayudas de transporte, conciliación, manutención y alojamiento que se concedan a los desempleados que participen en las acciones formativas y, en su caso, la compensación a empresas por la realización de prácticas profesionales no laborales.
