La plantilla de la empresa Atento-Toledo afrontará la próxima semana -el lunes 30 de julio y el viernes 3 de agosto- dos jornadas de paros de una hora por turno, tras cerrarse este lunes sin acuerdo el acto de mediación entre la empresa y los sindicatos por la reivindicación de sobrecarga de trabajo en verano.
Según ha informado CCOO, durante los meses estivales, la plantilla se reduce un 25 por ciento por el disfrute de vacaciones, de manera que entre el 15 de junio y el 15 de septiembre 360 personas tienen que hacer el trabajo de 480.
Así lo ha explicado la presidenta del comité de empresa, Chelo Gómez, que ha lamentado que en vez de sustituir a los ausentes, la empresa impuso lo que llama el Plan de Verano, con la eliminación o reducción al mínimo de todos los descansos, la supresión de la formación, de las tareas de coordinación y de todas las actividades que no sean atender llamadas.
El citado plan también supone la modificación de los protocolos de atención a los clientes y de transferencias de llamadas, y los cambios de actividad del personal “a capón” según se van generando atascos o necesidades.
La organización sindical ha recordado que ante la presión laboral que supuso el Plan de Verano, el 4 de julio el comité de empresa acordó por unanimidad iniciar movilizaciones y convocar dos jornadas de paro parciales, que quedaron en suspenso después de que el día 17 la empresa se comprometiera ante el Jurado Arbitral a analizar las propuestas del comité y responder en una semana de nuevo en acto de mediación.
Rechazadas las exigencias
Sin embargo, la presidenta del comité ha asegurado que ayer la empresa rechazó prácticamente todas las exigencias y aseguró que ni realizará contrataciones para sustituir a los trabajadores ausentes, ni atenderá a las propuestas alternativas de los representantes de los trabajadores.
En este sentido, el comité solicitó a la empresa que ampliara las horas de contrato a quienes así lo solicitasen, dado que sólo siete de las 480 personas de la plantilla tienen contrato a jornada completa, pero la empresa se negó.
Asimismo, CCOO ha apuntado que Atento también ha rehusado revisar la planificación de las libranzas y las sobrecargas de trabajo, y se ha negado a garantizar la formación necesaria, a aceptar limitar las llamadas por hora ni restablecer los descansos, las pausas y tiempos mínimos tras cada llamada.
De hecho, según el sindicato, la empresa ni siquiera ha aceptado facilitar a la representación legal de los trabajadores los datos reales sobre las personas que cobran por objetivos, y por ello el comité ha decidido denunciar ante la Inspección de Trabajo.
En la misma línea, ha criticado el “oscurantismo” con el que la dirección de Atento maneja “la supuesta insatisfacción de los usuarios” para penalizar a los agentes, suprimiéndoles el cobro de objetivos e incluso imponiéndoles sanciones o despidos.
