viernes, 29 marzo 2024
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Dos X que hacen cooperadores  y solidarios

Juan Sánchez.

He proclamado a menudo mi independencia política y mi consideración hacia diversas opciones cuando piensan en el bien común y con actitudes de respeto hacia los diferentes.Paralelamente, siempre manifesté públicamente mi fe y mi gozosa pertenencia a la Iglesia católica. Por ello me alegran sobremanera los datos que he podido consultar en los portales de transparencia de la Conferencia Episcopal Española y de la Diócesis de Toledo. Históricamente la Iglesia fue pionera de la puesta en marcha de servicios sociales, sanitarios y educativos y ahora, a pesar del peso del Estado, continúa realizando una inmensa labor, especialmente entre los sectores más necesitados y vulnerables.

Castilla-La Mancha se sitúa a la cabeza del país en el porcentaje de contribuyentes que apoyan a la Iglesia en la campaña de la Renta. Los últimos datos, correspondientes al año 2016, nos hablan de que el 46% de las declaraciones en nuestra región consignan la X solicitando que el Estado dedique el 0,7% de la cuota íntegra que corresponda al contribuyente al mantenimiento de los fines de la Iglesia Católica. Algunas de las provincias castellano-manchegas lideran también este indicador: Ciudad Real tiene el más alto del país, con un 51,79%, y están entre los más elevados las provincias de Cuenca, con un 47,42%, y Albacete, con un 45,28%. A pesar del ligero descenso que se ha producido, me parece muy importante que los ciudadanos, en un porcentaje elevado, desean contribuir a los fines sociales de la Iglesia, que incluyen la colaboración con su funcionamiento. Pero, además, es posible asignar esta cantidad a la Iglesia de forma independiente de otros fines de interés social: los cristianos, que somos solidarios, podemos marcar ambas X: para la Iglesia y para otros fines de interés social. De este modo, los ciudadanos tenemos una participación muy activa en la gestión presupuestaria del país, manifestando que se destine el 0,7% a la Iglesia y otro 0,7% a otras actividades de carácter social, es decir, el 1,4% de mis impuestos se dedicarán a fines de carácter social, bien de la Iglesia como de otras instituciones. El 62,5% de los declarantes a nivel nacional que optan por marcar alguna de las dos X, consigna ambas. Esto es un arma poderosa para conocer el grado de implicación social de los creyentes y de quienes optan por apoyar a otras organizaciones solidarias y sociales.

Más de 8,5 millones de contribuyentes optan por colaborar libremente con la Iglesia católica. La diócesis de Toledo acoge a 700.000 habitantes, de los cuales 640.000 se declaran católicos, y un porcentaje cercano al 45% de contribuyentes obligados a realizar su declaración de la Renta apoyan a la Iglesia. Conviene recordar algunos datos: La diócesis de Toledo se estructura en 26 Arciprestazgos y comprende 272 parroquias. Emplea a 1.049 trabajadores agrupados en cinco áreas: colegios, residencias de mayores, caridad, medios de comunicación y turismo. Todaslas comunidades son atendidas, incluidas las localidades más pequeñas, para anunciar el Amor de Dios a esta generación y hacerlo desde la mayor cercanía. Hay un total de 567 sacerdotes diocesanos, además de otros 132 que realizan su misión fuera de la diócesis, en distintos países;en suma, 699 sacerdotes a los que se unen los religiosos y religiosas y los millares de voluntarios que colaboran en la obra social y evangelizadora de la Iglesia.

Este año la campaña de la Iglesia para la asignación tributaria se denomina “Juntos por un mundo mejor”. El actual sistema de asignación tributaria se estableció en el año 2007 y desde entonces la Iglesia ya no percibe cantidades con cargo a los Presupuestos Generales del Estado para su sostenimiento básico y sólo recibe el 0,7% que corresponda a la contribución de los ciudadanos que libremente deciden destinar ese porcentaje a la Iglesia para sus necesidades.Este hecho es de una gran importancia puesto que, de este modo, el sostenimiento de la Iglesia depende exclusivamente de las aportaciones de los fieles a través de las distintas formas establecidas para ello (IRPF, donativos, etc.).La Iglesia no tiene ningún régimen fiscal especial, único o distinto a otras entidades; tiene el mismo que las ONGsy que otras instituciones, asociaciones o fundaciones del sector no lucrativo y está sujeta a la Ley de Mecenazgo.

La diócesis de Toledo dispuso  en el año 2016 de unos recursos de 33,5 millones de euros, de los cuales sólo 5,6 millones los recibió en concepto de la asignación tributaria. Los restantes recursos fueron aportaciones voluntarias de los fieles (8,87 millones de €), ingresos corrientes y de instituciones diocesanas (7,8 millones de €) e ingresos de patrimonio y otras actividades 8,29 millones de €. Todos estos datos y otros más figuran detalladamente en el portal web de la Diócesis, totalmente transparente:

https://www.architoledo.org/portal-de-transparencia/

Pero la Iglesia recomienda también consignar la otra X, dedicada a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de Acción Social y de Cooperación al Desarrollo para la realización de programas sociales. Ya he dicho que, igual que  la Iglesia, pueden disponer del 0,7% de la cuota íntegra del impuesto de los contribuyentes que expresamente manifiesten su voluntad en tal sentido.

La Iglesia agradece a los creyentes su apoyo, y nos anima a seguir haciéndolo, para poder continuar con la gran labor que realiza en favor de toda la sociedad: residencias para mayores, albergues, colegios, comedores sociales, centros socio-sanitarios, residencias para mayores, centros de  distribución de alimentos, actividad cultural, mantenimiento del patrimonio histórico-artístico…. Y personalmente me alegro de que el Estado me dé la oportunidad de decidir a qué puedan dedicarse algunas de las cantidades del presupuesto nacional. Y lo hago sin exclusivismos de ningún tipo porque, la necesidad de que la Iglesia disponga de recursos para sus fines no es incompatible con el hecho de que las ONG realicen también su labor. Así que yo he marcado las dos casillas y me siento solidario con el desarrollo y colaborador de tantas buenas causas que la Iglesia y las ONG desarrollan de forma cotidiana.

Está finalizando la campaña de la Renta y no debemos desaprovechar la oportunidad que el Estado nos brinda: podemos ser cooperantes y solidarios. Y somos nosotros, como ciudadanos libres, los que decidimos a qué destinar ese porcentaje de las cantidades que aportamos a Hacienda. Poner una X a la Iglesia y otra a las ONG no nos costará nada. Y si la declaración sale a devolver, no hará disminuir esa cantidad. Poner dos X nos convierte en personas colaboradoras y comprometidas con la sociedad.

Juan Sánchez es historiador y bibliotecario

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