jueves, 18 enero 2024
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El impago de ‘las extras’, otro agravio para los bomberos de Talavera

El impago de las horas extras del año 2017 sigue tensando la relación entre los funcionarios de la ciudad y el Gobierno de Talavera. Aunque poco a poco se va haciendo frente a la deuda con distintos servicios aún quedan importantes cantidades por saldar, como por ejemplo con los efectivos del cuerpo de bomberos, a los que se les prometió abonar los atrasos en mayo, pero que ahora se les ha pospuesto al mes de junio, según desvelan a este digital fuentes sindicales del parque talaverano.

Mejor ‘suerte’ ha corrido el cuerpo de la Policía Local cuya presión durante las pasadas Ferias de Mayo ha surtido el efecto deseado y ya tienen saldada la deuda del año pasado, aunque ya acumulan la de este 2018. En este sentido y según ha podido saber AhoraCLM, el dispositivo anunciado de 250 efectivos/día no se hubiera cumplido en San Isidro por este plante.

Deuda importante con los bomberos

En cuanto al cuerpo de bomberos de Talavera la cifra que se adeudaría -según otras fuentes- rondaría los 180.000 euros. Aunque las horas extras son voluntarias, la precariedad de efectivos en el parque les obliga a realizarlas para poder cubrir los turnos de trabajo y la práctica totalidad de la plantilla echa unas 90 horas al año. Antes, y según recoge su acuerdo marco, se pagaban a mes vencido con los tres meses de carencia de rigor, “pero desde hace unos cuatro años los atrasos e impagos acumulados durante muchos meses son la norma habitual”.

Y es que son casi diez años sin que se creen plazas de bomberos en Talavera. En la actualidad hay 60 efectivos y en un alto porcentaje superan los 50 años, cuando la edad de jubilación son 60. Recuerdan que hay aprobadas la creación de 3 plazas para 2018 y 4 –“las cifras bailan”- para 2019, un número que consideran insuficientes para las jubilaciones que se producirán “en breve” y “los efectivos que se irán en comisión de servicio buscando unas mejores condiciones laborales que las que hay en este parque, que por la población que atiende debería estar integrado por 75 bomberos”.

En cuanto a los cinco efectivos que se han jubilado últimamente, al quedarles pendientes el pago de las horas, a la hora de hacer la declaración de la renta se han visto perjudicados al constar que durante el año han tenido dos pagadores.

Sobre la reclamación de una nueva valoración de los puestos de trabajo y categorías esperan que en octubre, con el nuevo acuerdo marco, se equiraren, ya que se rigen por la de 2006, pero sin convenio del sector y con salarios inferiores a otros compañeros de otras ciudades de la región.

Abandono

Pero si el impago de las horas extras les provoca enojo y quebraderos en su economía familiar al no poder disponer de “un dinero que hemos ganado y nos corresponde”, el malestar en el parque es patente desde hace años y se ha agravado desde la llegada de Jaime Ramos a la Alcaldía, de quien esperaban más cuando se reunió con ellos para conocer las carencias históricas de ese parque a las pocas semanas de asumir su cargo. “Todo se quedó en palabras y buenas intenciones pero hechos muy pocos. Nos pusieron los aires acondicionados viejos del mercado de ganado pero ya no funcionan bien y en verano usamos ventiladores. Ahora nos han comprado trajes después de quince años cuando caducan a los diez”; trajes y su correspondiente partida presupuestaria que fueron anunciados en 2016.

Como un déjà vu, las mismas fuentes vuelve a enumerar las “graves” carencias de un parque “que cualquier día lo cierran y nos vemos en una nave”. Cabe recordar que la inspección de trabajo emitió un durísimo informe sobre las deficiencias que presentaba y “prácticamente no se ha hecho nada, salvo comprar el compresor”.  

Así, nos refieren que la mayor parte de los materiales datan de hace 25 años, la climatización brilla por su ausencia, el gimnasio sólo puede usarse en días benignos “porque o te asas o te hielas”, el camión con escala tiene 30 años y el otro “se compró de segunda mano y siempre está averiado; y un largo etcétera”.

Tampoco han podido eludir la plaga de mosquitos quironómidos que asola otro año más la ciudad, “comemos con ellos porque no tenemos ni mosquiteras ni puertas”; tampoco este año la de pulgas, mientras las ratas “son de plantilla”.

Una situación que tildan de “abandono total” en uno de los servicios más importantes y sensibles de cualquier ciudad que funciona siempre bajo mínimos pero que -aseguran- “funciona con una profesionalidad ejemplar pese a las condiciones en las que trabajamos”.

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