Raro es el día que un espacio urbano de Talavera no salte a las páginas de los diarios de la ciudad bien por denuncia de los vecinos o bien por denuncia de la Oposición. Esta vez es Ganemos Talavera quien pone el foco en la Corredera del Cristo, una de las obras estrellas del Plan Urban, que poco más de dos años después presenta un deterioro palpable y deplorable.
La formación política lamenta el estado en que se encuentra “un espacio urbano junto al casco histórico y diseñado para ser peatonal” que presenta una degradación impropia para una obra que fue criticada por su diseño y ejecución desde el principio “pero de la que el equipo de gobierno hizo oídos sordos”. Eso unido, dicen, a la posterior “desidia y la insistencia en el error” representa “una nueva muestra más de la forma de hacer ciudad del equipo de gobierno del Partido Popular”.
Ganemos pone el foco en “el ruido de las bielas metálicas embutidas en el pavimento siguen generando malestar y deterioro por el tráfico en el pavimento”, algo ya denunciado pero sobre lo que no se ha puesto solución; en el encementado de 11 alcorques y la desaparición de los árboles –“sólo quedan seis”- que iban a dar una imagen más amable a la zona; la “tímida” peatonalización sin control que genera quejas en los vecinos; y en el aparcamiento junto a la muralla que, tras la desaparición de los árboles, “nos traslada al aparcamiento anterior pero con un mayor desorden visual de vehículos aparcados de cualquier forma y creado con fin recaudatorio”.
La solera desquebrajada, las numerosas barreras arquitectónicas y el recorrido peatonal que obliga a invadir la calzada por el diseño ajardinado, “suponen un peligro constante” al viandante.
Para Ganemos Talavera se constata “una vez más que no existe ni dirección ni voluntad política. Que no existe respeto hacia la ciudad, hacia lo de todos. Que impera la chapuza, algo impropio para una ciudad y un entorno, el del casco viejo, que queremos recuperar y en donde se está trabajando para su declaración como Conjunto Histórico Artístico”.
Todas las obras del Plan Urban han precisado de actuaciones para remodelarlas al poco tiempo de su finalización calle San Andrés, Portiña de San Miguel, Plaza Aravaca, Plaza del Salvador por pavimento, luces o chapas…-, lo que denota que el diseño y los materiales no se correspondían con el uso y la funcionalidad que iban a tener.