Ha empezado fuerte el año en lo que a congresos de partidos se refiere. En la pasada semana, sin ir más lejos, se ha celebrado el congreso provincial del PSOE de Toledo y la asamblea local del PP talaverano. De lo que ha pasado en el PP de Talavera no puedo contar mucho, pues más allá de lo que ha salido en las noticias, no me ha llegado nada. Sí es curioso, sin embargo, que hay tal cantidad de secretarías que si preguntáramos al flamante presidente local, Santiago Serrano, cuales son las competencias de cada una de ellas, lo tendría muy difícil, no solo para definirlas, sino incluso para distinguir unas de otras. Hay que reconocer que imaginación para dar nombre a lo que no tiene ningún contenido no les ha faltado. Supongo que habrá gente en el PP talaverano que se haya quedado sin cargo o sin título, pero serán muy poquitos. Aunque claro, todo se debe seguramente a la imperiosa necesidad de integrar.
Y es que en España integramos muy bien. Y no es que nos pongamos como locos a buscar lugares comunes, ideas, propuestas, confluencias ideológicas o de proyectos, no. Aquí integración pasa por meter más o menos de los nuestros en los órganos, sean de la índole que sean. En este sentido, Santiago puede estar tranquilo, ha integrado a todos los habidos y por haber, con influencia o sin ella. Aunque mucho me temo que lo que en realidad ha hecho ha sido meter a Tirios y Troyanos en el mismo saco y eso lejos de ser una buena idea es una temeridad. Será bonito ver la ensalada de ostias que se dan cuando haya que hacer listas de las buenas, de las de cargo con sueldo.
En el PSOE provincial sin embargo, a pesar de haber intentado integrar a los que se decían críticos, no hubo manera. Sucede que cuando unos piden por encima de lo que representan, sin que se bajen de la burra, solo cabe una salida: que cada uno presente su lista y que sea lo que los delegados quieran. Y así pasó, y el resultado fue tan contundente y humillante como incontestable. La nueva ejecutiva y las listas al comité regional y provincial salieron con un enorme respaldo de los delegados, mientras que las listas alternativas apenas cosecharon un puñado de votos. Sin embargo dudo que nadie saliera realmente contento de ese congreso, y eso debería ser buena señal. No es malo que nadie salga contento, lo malo es que salga gente enfadada. Supongo que algunos saldrían, aunque pocos. Pero con todo, creo que lo más importante del congreso provincial y del regional que se celebró en octubre, es que han podido provocar que algunas cosas se puedan empezar a mover en agrupaciones locales como la de Talavera. En breve lo sabremos.
