martes, 19 marzo 2024
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La clase obrera no tiene quien la escriba

Por Enrique Martínez de la Casa

La única mención a la muerte de Julio Llamas Fabián se ha producido en la sección que La Voz del Tajo destina a dar cuenta de nacimientos, bodas y decesos. Los dirigentes obreros en Talavera de la Reina tienen poca prensa, por no decir ninguna. También es cierto que la izquierda no es hoy culturalmente hegemónica por más que algunos estén hurgando en Gramsci todo el día. De tal forma que muere un ex secretario general de la UGT en Talavera de la Reina y ni siquiera el sindicato levanta la mano para pedir la voz. Tampoco lo ha hecho cuando sectarios de diverso pelaje han retirado el nombre de Francisco Largo Caballero de la Escuela de Adultos.

La UGT de Talavera ha visto morir a tres secretarios generales: Ignacio Carvajal Fernández, primer líder del sindicato en los estertores del franquismo, Julio Llamas Fabián, secretario a comienzo de los 80 y Agustín Esteban, el único que ha sido reconocido en vida y después de muerto.

En una ciudad proclive a la placa, el diploma y el aplauso en toda clase de sectores y cenáculos, debería llamar la atención esta mirada tuerta.

Porque además Julio ha sido concejal del Ayuntamiento en el gobierno de Pablo Tello. Le ha sucedido como al concejal Manuel López González que fue despedido en la intimidad por su familia y unos jóvenes guardias rojos que ya no eran jóvenes.

Julio y yo hemos chocado ideológicamente y organizativamente pero hay que reconocer en él a aquel dirigente obrero de la Nueva Menora que dedicó tiempo y esfuerzo a la organización. Le conocí en la Jareña, bar que acogía reuniones clandestinas de UGT sin que hasta la fecha yo sepa si con conocimiento o sin conocimiento del dueño. Luego compartimos huelgas (fue uno de los dirigentes de la importante huelga del sector de la cerámica en Talavera), viajes y elecciones sindicales.

Hablaba muy francamente, demasiado francamente al igual que le sucedía a Ignacio Carvajal en un tiempo en el que no todo era emprendimiento moderno sino lucha de clases antigua.

Se apartó pronto de UGT y del PSOE tras la gran crisis del gobierno municipal de Tello y la consiguiente purga de desafectos pero, por los menos en las conversaciones de hemos mantenido hasta hace poco, siguió siendo un hombre de izquierdas. Esa izquierda que tiene poco espacio en la opinión pública y publicada. Descansa en paz compañero.

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