En el circuito que le encumbró a la gloria hace ahora once años, a ese histórico mundial de 125cc, el australiano de Phillip Island, el talaverano Álvaro Bautista ha sufrido y padecido dos caídas en las dos primeras tandas de entrenamientos con vistas al gran premio de la próxima madrugada del domingo.
Dos caídas sin consecuencias físicas pero que como es sabido, y de momento, restan arrojo y confianza a un piloto. La primera al irse largo en una curva y tocar el césped mojado. La segunda, en la sesión vespertina, probablemente por frialdad en su neumático.
A ellas hay que unirle el problema con el embrague de su Ducati Desmocedici GP-16 y que impedía que el freno de motor actuase.
Pese a estos contratiempos, el talaverano ha rodado 33 vueltas aunque sin poder mantener un buen ritmo. “Mañana esperamos poder rodar para encontrar buenas sensaciones y coger ese ritmo”, ha manifestado Bati en su box del Pull&Bear Aspar Team.