Galería de Imágenes del concierto de David Otero
El concierto de David Otero en el Escenario Joven dejó un magnífico sabor de boca a las más de 2.000 personas que se congregaron en la explanada del parque de La Alameda de Talavera la noche de este sábado.
El excomponete de El Canto del Loco, que también ha dejado atrás su primer nombre como artista en solitario –‘El Pescao’-, se sintió cómodo, dio lo mejor de sí y transmitió a los asistentes ese buen rollito del que hace alarde dentro y fuera de los escenarios. Un tío ‘enrollao’, doy fe.
Cinco años después de su primera visita -lustro que él mismo espera no tenga que transcurrir para regresar a las ferias de Talavera, como manifestó-, el madrileño presentó gran parte de su nuevo trabajo ‘David Otero’ con el que pretende romper definitivamente ese pasado cercano y consolidar una nueva etapa musical. Ruptura total no, porque el sonido y letras siguen en consonancia con toda su trayectoria pero ya con su toque personal.
En muchas de sus canciones aprovechaba a introducir el nombre de Talavera enardeciendo a una concurrencia que premiaba esos gestos identitarios y de cercanía, lo que se dice meterse al público en el bolsillo. Una circunstancia cuyo cenit logró tras ser reclamado a los gritos de otra, otra, deseosa la audiencia de escuchar más canciones.
Y es que para ese fin de fiesta dejó uno de los himnos del pop español de los últimos años, el ‘Volverá’ de cuando con su primo Dani Martín integraba ‘El Canto del Loco’ y su tema más afamado ‘Una vez más’ que terminó por levantar de la hierba (el césped es otra cosa y se corta antes de unas ferias) a los que asistían al concierto desde las lomas del entorno y hacer votar a éstos y al resto de los presentes.
Una vez terminada la actuación caben destacar dos detalles: que lanzasen al público cuatro baquetas y que el propio David quisiera reconocer públicamente a los padres y madres que llevan y llevaron a sus hijos pequeños a conciertos en directo, en especial “al de aquí delante que ha estado con la mochila a cuestas toda al actuación. Gracias”.
El lunar del concierto
Vergüenza ajena sentimos muchos de los presentes al escuchar a David Otero tener que pedir a través del micrófono que la música de la caseta del lago, próxima al Escenario Joven, bajara sus decibelios. “El concierto no ha acabado. Unos minutos más de paciencia, por favor”. Lo hizo sabedor de que ni le oían ni le iban a hacer caso.
Una lamentable situación a la que nadie pone coto y que molesta y sobremanera entre canción y canción.
