A medida que pasan los días, el abastecimiento de nueve municipios de la provincia de Toledo se complica por la falta de lluvias. Y es que el embalse del Torcón agota sus reservas y las restricciones decretadas por la mancomunidad que da el servicio, son por si solas insuficientes.
Tanto es así que el presidente de este organismo, Víctor Lázaro, no duda en reseñar que “si no llueve ya estamos condenados al agua no potable de los pozos con los que contamos”.
A los ganaderos de porcino –existen alrededor de 100.000 cabezas en la comarca- ya se les prohibió el consumo para los animales el pasado mes de agosto y la situación de embalse empeora con el paso de los días.
El presidente de la mancomunidad afirma que no hay otra solución que restringir el abastecimiento humano también. Quedan los pozos, pero su agua no es potable.
Los municipios solicitaron a la Confederación Hidrográfica del Tajo una consesión del Torcón I, tras la grave sequía de 2012, pero este embalse se encuentra hoy en similares condiciones. Aún así, la mancomunidad ha encargado un estudio y pretende negociar con el Ayuntamiento de Toledo, para tener agua procedente de estas reservas.
Los alcaldes de las localidades afectadas ya vislumbran posibles soluciones como la de enganchar a Cuerva el ramal de Sonseca que trae agua desde el río Algodor.
La Mancomunidad de Servicios Cabeza del Torcón está integrada por Casasbuenas, Cuerva, Gálvez, Las Ventas con Peña Aguilera, Menasalbas, Noez, Pulgar, San Pablo de los Montes y Totanés. Estas poblaciones suman unos 17.000 habitantes.
