Independientemente del deplorable servicio que presta el ferrocarril a la ciudad, con pocos trenes, obsoletos y con averías continuas, una duración del trayecto a Madrid por encima de los 75 minutos y nulos servicios básicos para los viajeros (aseos, cafetería, ventanilla, etc.), en definitiva, “un servicio tercermundista, de Tercera División”, el gestor de la estación de Talavera, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), dependiente del Ministerio de Fomento, lleva desde 2013 sin tener la preceptiva Inspección Técnica de Edificios (ITE) aprobada.
Un hecho que ha denunciado el portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Talavera, José Gutiérrez, y que no tendría excesiva importancia si el edificio se encontrase en óptimas condiciones. Pero es que en 2015 el informe que arrojó la inspección no pudo ser más negativo ya que los técnicos emitieron resultados desfavorables a la estructura y cimentación de la construcción; a las fachadas, tanto interiores como exteriores, así como a las medianeras; a las cubiertas y azoteas; y a la fontanería y a los saneamientos: “o sea, a todo”, ha lamentado Gutiérrez.
Lo grave del caso es que se han sucedido los requerimientos para que ADIF subsane estas deficiencias y el edificio pueda lograr su certificación favorable ITE, la última el 10 de noviembre de 2016, firmada por la concejal de Urbanismo, María Rodríguez, en el que se le daba un mes para pedir la licencia y emprender las obras, “y casi un año después tampoco se han dignado contestar”.
Gutiérrez ve en estos hechos “chulería” por parte del ministro de Fomento (Iñigo de la Serna) que si tiene tiempo para presentar “un AVE que nos puede meter un gol por la escuadra al dejar aislada a Talavera”, y “dejación de funciones del alcalde”, al entender que tendría que haber sancionado a ADIF como se hace con el resto de propietarios que no cumplen con la ITE, y por no ejecutar las obras de forma subsidiaria y “pasarle luego la factura al ministro”.
