jueves, 28 marzo 2024
- Publicidad -

Rafael Martínez Parras: buen sindicalista, buen negociador, buena persona

 

Rafa ha fallecido. Lo ha derribado la “maldita enfermedad” con 62 años, no la ha podido vencer a pesar de llevar meses luchando contra ella. Se nos ha ido un buen sindicalista que, como pocos, ha simbolizado la acción sindical y la negociación en una gran empresa, en Repsol Petróleo y en el grupo Repsol.

Rafa, “Parrita” como también le llamábamos cariñosamente, se incorporó a las tareas representativas en el Comité de Empresa de Repsol Petróleo allá por los ochenta; era uno de los jóvenes sindicalistas que revitalizó a las CCOO en el centro de trabajo. Le correspondió jugar un papel determinante en los procesos reivindicativos que, por aquel entonces, dominaban la confrontación con la empresa. Años de una intensa y valiosa dedicación para conformar y modernizar las relaciones laborales; de movilización y negociación para equilibrar el conflicto de intereses que se produce en el permanente debate entre capital y trabajo. De una productiva atención sindical a los problemas generales y particulares, acudiendo también a los Juzgados de lo Social en defensa de las clasificaciones profesionales, los ascensos, cuándo había que pelearlos con demandas judiciales por falta de diálogo y entendimiento con la parte empresarial.

170321 Rafael Mnez Parras v
Rafael Martínez Parras

En su trayectoria tuvo diversas responsabilidades en la empresa y en el grupo Repsol; ocupó la secretaría general de la sección sindical de CCOO en Repsol Petróleo y, en una fase posterior, la coordinación del Grupo Repsol, siendo también miembro de la Comisión Ejecutiva de la Federación de Industrias Químicas (Fiteqa ayer, Industria hoy).

Rafa reunía unas excelentes cualidades que le avalaron para que se le propusiera un salto trascendental en el desarrollo de la actividad sindical de CCOO en el Grupo Repsol; se dedicó en cuerpo y alma a fortalecer los derechos laborales en todas las empresas que conforman la multinacional española. Su capacidad negociadora, su inagotable simpatía y su persistencia y tenacidad abrieron amplias posibilidades para configurar acuerdos generales de amplia repercusión en las condiciones de vida y trabajo de miles de personas que conformaban el entramado profesional en la principal empresa refinera y química de nuestro país.

Muchos compañeros y amigos sienten hoy una terrible orfandad. Algunos le recuerdan desde edad temprana en las escuelas profesionales de los Salesianos de Puertollano, como aprendiz de la entonces Calvo Sotelo, o con su motocicleta “la cabra” que le acompañaba en sus desplazamientos en sus años mozos. Otros le recordarán en sus varias aficiones deportivas: el balonmano –más por sus arbitrajes, acompañado por su inseparable amigo Segundo, sindicalista como él y por él-; por el mediofondo, corriendo con sus dos hijos –a los que ni podía sujetar, ni podía adelantar-; por los partidillos de baloncesto en el “Rabietas Magic” con un nutrido grupo de amigos e hijos… Y muchos sindicalistas, representantes de comités de empresa y de secciones sindicales, dirigentes federales y confederales, guardarán una emocionada imagen de su convivencia, de su buen quehacer, de su nobleza.

A Rafa le recordarán muchas personas: familia, amigos, compañeros, interlocutores… Se le echará en falta. Lo hará su querida compañera Pili, su nieto Alex, sus hijos Rafa y Víctor. Le recordaremos todos y todas. Un gran abrazo a toda su familia. Hasta siempre, “Parrita”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad