Uno de los bares con más solera y tradición de Talavera echa el cierre. Bueno, no quisiera su dueño Jose Higueruela, santo y seña durante 51 años de La Madrileña, un establecimiento que toda la ciudad conoce por sus excelentes bocadillos de calamares.
A Jose, que no José, y a Feli, su mujer, les ha llegado la hora de su retiro. Aunque no lo aparente, a Jose le quedan unos meses para alcanzar la edad de jubilación y disfrutar de un tranquilo y solaz retiro. “Me gusta el oficio, tengo que reconocerlo, pero llevo más de medio siglo detrás de este mostrador y creo que es más que suficiente. Con 12 años ya ayudaba a mi madre y cuando mi hermano se fue a la mili, con 14, ya entré para quedarme. Eran otros tiempos, difíciles, y había que echar no una mano sino dos. Pero siendo un niño como era aprendí y no he olvidado ni un solo día que hay que dar un buen servicio, demostrar seriedad y profesionalidad y respetar al cliente… y a los calamares”, recuerda sonriente Jose Higueruela.
La Madrileña, ubicada en el número 36 de la talaverana calle de la Corredera del Cristo, ocupa el local que otrora lo hiciera el Bar Alhambra nombre que tornó por el de la ciudad de origen de la madre de su actual gerente, un gerente que ha visto pasar cinco generaciones por delante del mostrador. “Lo que me ha encantado siempre es ver cómo el padre traía a su hijo y éste hijo a su vez al suyo. He tenido la suerte de tener muchos clientes-amigos y creo que en un oficio como este no es fácil conseguirlo. No sé, será mi carisma, que inspiro confianza o que nunca me he metido en sus conversaciones. Nunca me ha gustado”.
Elenco de famosos
La Madrileña siempre ha sido un lugar de referencia para el mundo de la farándula. Su proximidad al Teatro Palenque ha permitido a Jose y Feli servir a primerísimas figuras de la escena española. “¡Uy!, son tantos, déjame hacer memoria… Rafael Farina, Antonio Molina, Sara Montiel, Florinda Chico, Rafaela Aparicio, Fiorella Faltollano… y más recientes… Anabel Alonso, Pepón Nieto, Juan Diego Boto o Ivonne Reyes. Si los llego a apuntar todos tienes que ir a por más hojas”.
Que continúe la tradición
La última reforma de La Madrileña se remonta a 1.999 y la de la calle a hace unos meses, circunstancia que Jose valora positivamente. “La calle ha mejorado mucho, es más amigable y hemos notado mayor afluencia de público. La apertura de El Salvador como centro cultural también nos ha venido bien”. “El bar está para que alguien lo coja al día siguiente mismo y pueda vivir de él sin problemas. A mí me gustaría que perdurase la tradición de los calamares, pero eso ya dependerá de quién se haga cargo del negocio. Clientela no le va a faltar, ya que tenemos una amplia nómina de asiduos y muy buenos clientes”. “Sí, somos parte de la historia de Talavera pero ha llegado la hora de poner el Fin a nuestro capítulo”.
