Que en una protesta de unas quinientas personas con canciones ex profeso –‘Parar’, ‘Bata ya’-, pitadas y silbatos continuos, clamores de rechazo e impotencia… los protagonistas hayan sido las ausencias y el silencio, resulta un contrasentido elocuente de cómo se encuentra la problemática suscitada hace ya tres meses y medio por mor de ubicar una gasolinera al lado de un colegio, el Pablo Iglesias de la avenida de Francisco Aguirre, 178, de Talavera.
El silencio, el administrativo, ya considerado “un marear la perdiz”, “ambiguo” y pendiente de una permuta de terrenos municipales al “antojo del promotor” y de un informe de tráfico que se demora y que parece determinante y más importante que el emitido el 10 de enero por la policía que alertaba de los riesgos sanitarios y de los peligros graves de deflagración, explosión e incendio.
Las ausencias, “decepcionantes” para los presentes las del equipo de Gobierno y en especial la de su alcalde Jaime Ramos y la de su concejala de Educación, María Victoria González, que esta semana durante la visita de alumnos del colegio al Ayuntamiento para conocer su funcionamiento se vio obligada y respondió a una pregunta infantil, ingenua y sorpresiva de uno de los escolares que no veía bien que pusieran una gasolinera al lado de un colegio.
Y “respetables”, las ausencias de vecindad y del resto de la ciudad –“nos hubiera gustado recibir más apoyo. Nos ha tocado a nosotros, pero le podría haber pasado a cualquiera”, manifestaba resignado el director del centro educativo Juan Carlos Vázquez, a quien además le preocupa “la mala prensa y la repercusión negativa por este asunto aunque espero que todo salga bien”.
Durante más de una hora un tramo de la avenida ha sido cortado al tráfico rodado para que los alumnos se erigieran también en protagonistas de una protesta que busca paralizar “una sinrazón que atenta contra el sentido común” y que les servirá igualmente para formarse en muchos valores. Quizás algo pronto, quizás innecesariamente.
Y a esa demora cansina clamaron niños, padres, profesores, pocos vecinos y algún ciudadano durante más de una hora, mientras los representantes del PSOE y Ganemos Talavera reiteraban a los medios de comunicación que la solución debe tomarse “ya” y que los intereses de la comunidad educativa y del barrio deben estar por encima de los particulares.
Habrá más.
