Por acuerdo de la Junta Local de Gobierno, el Ayuntamiento de Talavera ha iniciado el procedimiento urbanístico que habrá de culminar con el desmantelamiento definitivo de la antigua piscina de La Solana, junto a la avenida del Príncipe. Se trata de un equipamiento de carácter privado en completo desuso y abandono desde hace años, situación que ha provocado numerosas quejas del vecindario a cuenta de la suciedad acumulada y la presencia de roedores.
El Gobierno Ramos quiere reordenar el área para crear en este lugar la plaza o zona verde contemplada en el Plan Parcial aprobado por el Ayuntamiento en 1972 y que permitió la construcción de la piscina y los edificios de viviendas colindantes, un espacio público “que nunca se llegó a ejecutar ni se reclamó”, explica María Rodríguez, la portavoz municipal y a la vez concejal de Urbanismo.
Según ésta, ahora se pretende unificar el espacio destinado a zonas verdes con el fin de habilitar una plaza en los antiguos accesos de la piscina, en la calle Emilio Borrajo, y abrir salida desde aquí a la calle Jacinto Benavente. Será la sociedad propietaria de estos terrenos la encargada de urbanizar la futura plaza pública. Mientras, en el resto del solar que ocupara la piscina se permitirá a ésta una edificabilidad máxima de 330 metros cuadrados, según consta también en el plan urbanizador de 1972.
