La Asociación Talaverana contra los Malos Tratos ha mostrado su decepción por la actitud que vienen manteniendo las distintas administraciones hacia una lacra social que el pasado año se cobró la vida de 64 mujeres en toda España y que en el caso de Talavera y comarca se tradujo en 400 denuncias de agresiones por parte de las parejas o ex parejas de las víctimas.
Por un lado, Josefa Rocamora, presidenta de esta entidad, ha lamentado que hasta la fecha su asociación no haya podido ser recibida por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, como en su día tampoco lo fue por su antecesora, María Dolores Cospedal.
Igualmente, reclama al Gobierno regional lo que define como “un plan integral para madres e hijos”, considerando que los medios actualmente al servicio de las víctimas son insufcientes y que el actual servicio que presta la Casa de Acogida para víctimas de violencia machista ya se ha quedado obsoleto dada la complejidad de esta problemática.
Como ejemplo, Rocamora llama la atención sobre el hecho de que las mujeres alojadas en dicha Casa han de realizar un complejo periplo por distintas administraciones para hacer uso distintos servicios públicos, así como que los hijos e hijas mayores de 13 años no tienen acceso a la misma, con lo que se ven obligados a separarse de los mismos.
Por ello, la asociación talaverana pide que, como ya ocurriría en regiones como Andalucía y Galicia, se centralicen en unas mismas dependencias la acogida a las víctimas con sus hijos independientemente de la edad y las diferentes áreas asistenciales a las que tienen derecho y que precisan para su recuperación personal y social.
Más medios policiales
De igual manera, Rocamora ha dirigido sus críticas hacia el delegado del Gobierno José Julián Gregorio, a quien reprocha el incumplimiento adquirido hace más de un año de aumentar la plantilla adscrita al equipo de violencia de género de la Policía Nacional de Talavera, formado actualmente por dos agentes.
“Damos un tirón de orejas al señor Gregorio porque un año después seguimos en las mismas y el trabajo de esas dos personas es agobiante al ser imposible que controlen y vigilen todos los casos que lo requieren”, lamenta la presidenta de la Asociación Talaverana contra los Malos Tratos.
