La tarde del Viernes de Dolores auguraba una noche complicada para la Cofradía de Regantes. Pese a todo, la amenaza cierta de la lluvia no impidió que un año más María Santísima de la Paz abandonara su refugio de la iglesia de las Madres Bernardas para marchar hasta la Colegial, templo vecino del que partirá de nuevo el Viernes Santo en la Procesión del Santo Entierro.
La incertidumbre que invadió el entorno del templo conventual dio paso al firme propósito de salir a la calle, aunque con un recorrido alternativo al itinerario oficial para acortar la posible exposición a la lluvia. Así pues, sin el ceremonial habitual e, incluso, minutos antes de la hora prevista los ‘regantes’ dieron comienzo al traslado procesional de ‘La Blanca Paloma’, como también es conocida su bella dolorosa. Pese a lo desapacible de la noche, eran muchos los que en la calle recibieron con vítores y aplausos a la Señora de la Paz.
Tras la siempre emocionante salida de la iglesia de las Bernardas, que obliga a los 28 costaleros a un sobreesfuerzo al tener que traspasar arrodillados el estrecho portalón, la llovizna se convirtió en aguacero, con lo que fue necesario utilizar plásticos para proteger la imagen.
A los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de Talavera, la Virgen de la Paz apenas si empleo unos minutos en alcanzar la entrada lateral de la Colegial a través de la calle Gabriel Alonso de Herrera. Ya a salvo de la lluvia, el paso fue nuevamente descubierto y girado hacia el exterior para que pudiera ser contemplado por las decenas de personas que acompañaron su camino, no en todos los casos bajo los paraguas.
En este mismo lugar, León Martínez cantó la primera saeta de la Semana Santa 2016 de Talavera, celebración que, a pesar de la lluvia, inauguró este viernes su calendario procesional.
