Precisamente este mismo martes se han cumplido 35 años desde que cristalizó el golpe de Estado. Era un 23 de febrero de 1981 y Castilla-La Mancha se encontraba representada en el hemiciclo -aquella tarde en la que se investía a Calvo Sotelo como presidente- por 21 diputados, una docena pertenecían a la extinta UCD, ocho al PSOE y uno a la Coalición Democrática, que creó Manuel Fraga y exministros franquistas y luego derivó en Alianza Popular, germen del actual Partido Popular.
Quizá porque se ha visto muchas veces la imagen de la llegada de Tejero al hemiciclo, nadie olvida que José Bono estaba allí, como secretario de las Cortes. Pero no era diputado por Toledo, sino por Albacete. Era un joven que se había licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto. Luego presidiría el Gobierno regional durante 21 años y después sería ministro de Defensa y presidente del Congreso de los Diputados.
Los diputados que representaban a la provincia eran cinco, tres de UCD y dos del PSOE. Se quedó a las puertas de ser elegido el socialista Enrique Martínez de la Casa, actual director de la UNED de Talavera, que tuvo el honor de ostentar el honorífico titulo de ser el diputado más joven de los que se presentaban en España. Su entonces melena morena, algo afro, choca ahora con las canas que peina.
Uno de los parlamentarios centristas era Rafael Arias Salgado, que después ha sido ministro de Aznar y actualmente es directivo de Carrefour. Entonces era un diplomático que ya había tocado poder, pues fue jefe de sección de las Descolonizaciones y jefe de estudios de la Escuela de Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Otro representante del partido fundado por Adolfo Suárez fue Gonzalo Payo, era el presidente provincial del partido en Toledo. Este doctor ingeniero geográfico, topográfo y licenciado en Matemáticas estaba dedicado a la investigación científica desde 1959 y sus trabajos de sismología y física lo llevaron hasta el observatorio meteorológico toledano. Curiosamente, Payo –que también hizo sus pinitos como escritor- fue uno de los pocos de UCD que se opuso al trasvase Tajo-Segura y hasta se las tuvo tiesas con López del Hierro, entonces Gobenador Civil y ahora marido de María Dolores de Cospedal.
El tercer diputado elegido por UCD fue Gregorio Peláez, un buen fontanero del partido que confeccionó la mayoría de las candidaturas de la provincia y fue uno de los fundadores del Partido Socialdemócrata de Castilla-La Mancha.
En cuanto al PSOE, los elegidos fueron Jesús Fuentes Lázaro y Paco Ramos Fernández-Torrecilla. Fuentes era un profesor de EGB que integró el superpotente triunvirato provincial socialista con Ramos y Pablo Tello. Fue presidente de la Castilla-La Mancha preautonómica, entre 1982 y 1983 y luego ha estado liderando una corriente interna en el PSOE provincial que se les denomino los ‘cascos azules’.
En cuanto a Paco Ramos ha ostentado diversos cargos en Educación. Ahora disfruta con su retiro entre Bargas y Herreruela de Oropesa. Es un militante de base y un buen conversador.
Vayan desde aquí estas pinceladas para honrar a aquellos diputados que las pasaron canutas esa tarde de 1981. Algunos ya no están entre nosotros, pero bien merecen el homenaje de este humilde articulista por lo que lucharon por la libertad. Aunque, eso sí, algunos lo hicieron desde un sitio más cómodo que otros. Va por vosotros.
