La empresa pública Tragsa ha paralizado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaba a 1.300 trabajadores y que ya había empezado a ejecutar. Es más, esta decisión se produce después de haber hecho efectivo el cinco por ciento de los despidos que estaban previstos; lo que significa de un total de 726 despidos se han ejecutado unos trescientos, mientras que en la filial de esta empresa –Tragsatec- se han eliminado también unos trescientos empleos de los seiscientos que estaban previstos.
La paralización del ERE ha cristalizado porque la empresa ha visto incrementados sus beneficios, pero esta decisión no frenará a los sindicatos a la hora de exigir la reincorporación de los trabajadores despedidos.