Según dicta la sentencia emitida por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 2 de Toledo, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Sescam, debe indemnizar con 40.000 euros a la esposa y los dos hijos de un paciente que falleció a consecuencia de la demora producida en el diagnóstico de una infección por legionela en el Hospital General Universitario de Guadalajara. De esta forma, el juzgado toledano acepta parcialmente el recurso presentado contra el dictamen emitido en su día por la Gerencia del Sescam que rechazaba la reclamación presentada por la familia de un hombre de 66 años de edad diagnosticado de Leucemia Linfática Crónica estadio B de Binet.
Los hechos juzgados ahora sucedieron en diciembre de 2007, cuando tras recibir tratamiento de quimioterapia, el paciente ingresó en el Servicio de Urgencias del Hospital General Universitario de Guadalajara por presentar fiebre, tos no productiva y quebrantamiento del estado general. Una radiografía de tórax determinó que se observaba una dudosa imagen en base derecha, concordante todo ello con el diagnóstico de una neumonía. Pese a ello, según la sentencia en el Hospital no se consideró tal posibilidad y se inició tratamiento para fiebre en el paciente neutropénico sin foco, cuando existía evidencia clínica de foco infeccioso pulmonar.
Tras varias jornadas de tratamiento sin replantear el diagnóstico inicial ni realizar otras pruebas específicas a pesar del empeoramiento del paciente, fue al quinto día cuando ya se introdujo un antibiótico contra la legionela. En cualquier caso, el juez ha reducido la petición inicial de la familia de 200.000 euros al considerar que no existe certeza de que la legionela fuera la consecuencia directa de la muerte y que un diagnóstico a tiempo la hubiera evitado, sino que este fallecimiento se produjo a causa de un fallo multiorgánico derivado de la neumonía y el debilitamiento general de un paciente oncológico.
