“Ha sido una lástima acabar así, pero así son las carreras. Al final, correr en agua tiene estas cosas”.
Con esta frase resumía el piloto Álvaro Bautista el Gran Premio de Valencia, último del talaverano en el mundial de MotoGP.
Una carrera doble a causa de la lluvia y en la que el de Talavera, paradójicamente, cuando había remontado hasta el top ten, “me encontraba mejor y con más confianza”, se ha ido al suelo y no ha podido recibir la bandera a cuadros como le hubiera gustado.
“En la curva doce, cuando me he querido dar cuenta, la rueda trasera me estaba pasando por el lado y la moto me había lanzado”.
Un gran año
Pese a tener una moto del año pasado y competir en un equipo satélite, el talaverano ha cumplimentado un año notable con el Ángel Nieto Team. Sus 12 top ten y sobre todo sus dos quintos puestos y ese cuarto pilotando la Ducati oficial de Jorge Lorenzo han demostrado que el piloto cerámico podía haber hecho grandes cosas si hubiera tenido una moto en condiciones, algo que nunca ha tenido.
Cabe recordar que Bautista ha sido esta temporada cuarto en Australia, ha hecho dos quintos puestos en Japón y Alemania, un séptimo en Malasia, dos octavos en Jerez y Tailandia, cinco novenos en Italia, Barcelona, Holanda, República Checa y San Marino, y un décimo en Austria, para totalizar 105 puntos y finalizar en duodécima posición de la general del mundial.
Por otra parte cabe recordar que Álvaro Bautista se lleva del Mundial, en el que debutó en 2002, un título de campeón de 125cc en 2006, un subcampeonato de 250cc en 2008, 16 victorias y 49 podios en sus 275 carreras.
Piloto muy querido
Ha sido un día especial para el talaverano al correr su última carrera del Campeonato del Mundo de Motociclismo MotoGP en casa, en el Ricardo Tormo de Cheste. Nuevamente ha sentido hoy el aliento de la hinchada española: “Me llevo de esta etapa en el Mundial el cariño de la gente, he recibido mucho cariño de la afición. Ojalá que me sigan queriendo tanto o más el año que viene cuando esté en Superbikes”.
