Unas 2.000 personas han partido a primera hora de la mañana de la localidad de El Puente del Arzobispo para transitar por el cuarto tramo del Camino Real a Guadalupe.
Una jornada maratoniana puesto que este cuarto tramo finaliza en el municipio cacereño de Carrascalejo, sito a 22 kilómetros de distancia.
Un tramo que ha sido señalizado con hitos para indicar al peregrino la senda a seguir y la distancia que le resta hasta el santuario de la virgen morena.
Una chocolata en Puente, unos dulces típicos cacereños en Villar del Pedroso y unas migas extremeñas al término del tramo son los avituallamientos que han sido programados para esta matinal.
En representación del gobierno municipal talaverano han asistido a esa salida los concejales Santiago Serrano y María Victoria González Vilches, que han querido felicitar a la Asociación de Vecinos Fray Hernando de Talavera por esta idea de recuperación de la senda real que está suponiendo un impulso al turismo de la Ciudad de la Cerámica y de las localidades por las que transcurre la ruta.