Talavera, la cerámica y el Debate

Con la llegada de estos primeros fríos de otoño se ha endurecido la precampaña electoral que ya se vive por estos pagos. Tanto han sido los dimes y diretes que pululan por el ambiente que en esta Talavera de nuestros pecados da la sensación que la manifestación del 11-N ha quedado, momentáneamente, en segundo plano.

Arrecian las críticas sobre el PP tanto a nivel nacional como regional y hasta en la Ciudad de la Cerámica. Las grabaciones de Villarejo han puesto a María Dolores de Cospedal entre las patas de los caballos y da la impresión que la mejor salida para la presidenta de honor del Partido Popular en Castilla-La Mancha será la dimisión como diputada y, además, se tendrá que olvidar de liderar la candidatura a las Elecciones Europeas.

Con la lideresa espiritual tocada, los populares se aferran a la poca vida que les queda. Y en Talavera el Gobierno municipal, a la vez que defiende a Paco Núñez, siguen intentando hacer ver a la ciudadanía que todos los males vienen desde la Junta y, ahora, desde el Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez.

Eso sí, el PP talaverano choca contra la desidia que ya tuvo el gabinete Rajoy hace unas lunas y hace todo lo posible para ocultar la nula gestión de Cospedal en esta urbe cuando dirigía los destinos de la región. Bueno, es que parece que Cospedal nunca estuvo aquí, que los recortes que efectuó son un sueño y que la marcha atrás que dio el Ayuntamiento en el asunto del conservatorio -a instancias de la propia Cospedal- es un invento de los medios de comunicación.

Cuando no se tiene poder, las formaciones políticas se convierten en un nido de conspiraciones y de intentos de derribo. Si en la bancada popular de las Cortes regionales existen diputados que no ponen la mano en el fuego por su presidente Paco Núñez, ahora en la Ciudad de la Cerámica algunos afiliados comienzan a airear que Jaime Alberto Ramos no es el candidato ideal y hasta parece que amagan con iniciar algún movimiento para intentar cambiar la cabeza del cartel.

Pero un candidato no se fabrica en dos días y bastante tiene el aparato del PP en dar a conocer a Paco Núñez en Castilla-La Mancha y, por ejemplo, elegir qué persona será la cabeza de lista para optar a la Alcaldía de Toledo; que inmiscuirse en la posible guerra de Talavera. Además, la experiencia de Ramos –únicamente le supera en la ciudad como político con más años en activo el socialista José Miguel Camacho– puede ser mejor arma que la bisoñez de un nuevo candidato.

Si se le achaca al alcalde que puede estar quemado, sus posibles sustitutos –José Julián Gregorio y Santiago Serrano– también pueden estar afectados por la malaria de haber ejercido como gobernantes de Talavera. Y, además, desarrollan las mismas tácticas que Ramos a la hora de referirse a los socialistas, que no son otras que las que marca el ideario del partido.

Eso sí, Jaime Alberto anda algo noqueado y quizá por ello, en el Debate del Estado de Talavera, hizo alusiones al jefe de la oposición, José Gutiérrez, enmarcadas en otra época y de otra cámara: la de la Diputación Provincial. Me extrañó que un político de su experiencia se bajara a por tripas, como decimos por aquí.

Y es que el Gobierno talaverano está acorralado. Confía en la cristalización de la EDUSI para mostrar que ha realizado algún proyecto y encima se ha encontrado con la sentencia de los planes de empleo en su contra. Por cierto, sobre este último asunto, la portavoz María Rodríguez ha comentado que CCOO denunció al Ayuntamiento porque era del PP, algo que es totalmente falso, pues uno de los consistorios más fuertes de la provincia que está gobernado por el PSOE también cuenta con una sentencia en contra a instancias de este sindicato.

El PP talaverano se ha enfundado el traje de mártir y cualquier crítica, aunque sea fundamentada, se tilda de que viene del enemigo,  tal y como apuntan en las redes sociales esa recua de banderilleros con los que cuenta el Ejecutivo y que campan a sus anchas.

Nada más llegar a la Presidencia de la corporación, Jaime Alberto Ramos comentó en una entrevista que se publicó en este medio que iba a luchar por la cerámica. De hecho, algunos murales se exhiben por distintas calles de Talavera y, además, ha presentado en la Diputación de Valladolid la exposición Talavera Somos Cerámica y esto propicia que la popular artesanía esté en una feria como INTUR, algo, por cierto, que también hizo el gabinete Rivas hace unos años.

Pues bien, Ramos parece que ha decepcionado al no echar todo la carne en el asador en la promoción de la cerámica. Una etapa de la Vuelta Ciclista a España partió de Talavera y el Ayuntamiento debería de haber realizado alguna acción para que nuestra cerámica hubiera contado con espacio en las televisiones naciones; y ahora tenemos la exposición aTempora para que, en torno a ella, se organicen todo tipo de actos que la realcen.

Y es que desde el Ayuntamiento, aprovechando la ocasión, se deberían de programar eventos deportivos, culturales, sociales y de toda índole que rezumen cerámica. Es más, un buen amigo y, a la vez artista de la imagen, me comentó hace unos días que el alcalde de Talavera debería haber dado una rueda de prensa en el Metro de Madrid con la decoración de aTémpora detrás. Pero es que la magna exposición la organiza la Junta y, claro, es el enemigo a batir.

El Debate

Aún no se han apagado los ecos del Debate sobre el Estado de la Región. Ha sido el último de la legislatura y el PP puso sobre la cámara a un hombre que al iniciarse el mandato nadie imaginaba. La dimisión de Cospedal y las primarias han hecho posible que Paco Núñez se subiera al estrado en un día aciago para el Partido Popular: cuando se conocieron las grabaciones que Villarejo había efectuado de conversaciones con Cospedal y su marido, el exgobernador civil de Toledo, Ignacio López del Hierro.

Esto hizo que la expresidenta no estuviera entre los invitados al debate, aunque ya se encargó Emiliano García-Page de sacar a relucir su nombre y los recortes que efectuó en su mandato mientras el PP la obviaba. No era la mejor jornada para el debut de Núñez y lo pagó.

Pecó, como es normal, de inexperiencia. Desarrolló el mismo discurso que efectuó en las primarias de su partido, habló deprisa, algo nervioso y de forma atropellada y fue presa fácil de un García-Page que domina a la perfección estas situaciones. Eso sí, el PP ganó el debate en las redes sociales, pero nada más.

Paco Núñez acusó al presidente de pactar con Podemos y le reprochó que se sienta español, algo que dio alas a García-Page, que hizo la goma cuando se refería a Podemos –tan pronto se alejó como se acercó- y puso de manifiesto la actuación del líder popular en Almansa, lugar en el que ha sido alcalde hasta hace unos días.

Le dolió a Núñez que le recordara que quiso privatizar el hospital de su ciudad y que estaba en contra del cementerio nuclear, pese a lo que dice el grueso del partido. El máximo mandatario del PP mejoró algo en la réplica, pero siempre ofreció una sensación de estar acorralado por las redes verbales de Emiliano García-Page.