Puerta grande para David Mora y Jesús Enrique Colombo en la tarde de hoy, en la localidad toledana de Consuegra, ante una sosa corrida de Antonio San Román que estuvo falta de casta y bravura durante toda la tarde. Cinco orejas se repartieron entre ambos a la que hay que sumar una más, cortada por Manuel Escribano que salió a pie de la plaza de toros, tras no poder conseguir la puerta grande tras el fallo con la espada.
Una corrida que estaba prevista para las 17:30h de la tarde y se retrasó al menos un cuarto de hora tras la negación de acceder al callejón a los mozos de espadas/ayudas de los toreros, resolviéndose todo posteriormente, sin ir a mayores.
Manuel Escribano
Abrió la tarde Manuel Escribano ante un animal ‘bastorro’ de Antonio San Román, donde no pudo lucirse con la capa. El tercio de banderillas decidió compartirlo con Jesús Enrique Colombo y ambos fueron ovacionados por el público tras cuajar el tercio. Ya en el inicio de faena con la muleta vimos una faena muy parada y pausada ante un animal que no presentó una buena embestida. La faena no cogió vuelos y acabó siendo ovacionado con saludos en su primero.
En el segundo de su lote que hacía de cuarto de la tarde, si logró tocar pelo. Un animal de mejor condición y al que Escribano exprimió a fondo. Pinchó con la espada y posteriormente mató con una medida estocada que le harían cortar una oreja, que pudieron haber sido dos, en caso de no haber pinchado.
David Mora
David Mora pasó desapercibido en la tarde de hoy y eso que acabó saliendo posteriormente por la puerta grande. En el primero de su lote no pudo lancearle a la verónica, pero si en su segundo. Mora andó al animal y le puso gusto y sabor a la faena con la muleta por el pitón derecho del toro para cortar una oreja tras una buena estocada.
En el segundo de su lote, tuvo que ver muy claras las cosas para abreviar la faena y marcharse a por la espada. Tan rápido finiquitó que la gente se sorprendió desde los tendidos. Con la capa estuvo muy vistoso, pero con la muleta fue un visto y no visto. Mora volvió a recetar un estocadón en todo lo alto del animal que le valdría una oreja para asegurar su puerta grande.
Jesús Enrique Colombo
Jesús Enrique Colombo fue el nombre propio y el gran triunfador de la tarde. Y no es causalidad ninguna. El venezolano siempre le pone ganas, independientemente de donde toree, la plaza o la categoría de ésta. Ya puede ser Madrid o un pueblo de La Mancha que él seguirá siendo el mismo y no defraudará en los tendidos, y así fue.
Al primero de su lote le cuajó una notable faena que fue cogiendo vuelos poco a poco ante un público demasiado frío en la tarde de hoy. Anteriormente y haciendo un paréntesis, devolvió la invitación en el tercio de banderillas a Manuel Escribano y fue protagonizado nuevamente por ambos.
Colombo quiso mandar y marcar sus terrenos con la muleta ante el animal y así fue. La faena la remató con el fusil que posee en sus aceros, que ya de por sí valía mínimamente una oreja que acabaron siendo dos finalmente.
Al sexto de la tarde, y que por tanto cerraba plaza, logró cortarle una nueva oreja. Un animal que causó peligro de salida tras romper en dos ocasiones las tablas de los burladeros, una de ellas introduciendo el pitón hasta dentro. Animal que fue demasiado picado durante el tercio de varas y que lo acabaría acusando posteriormente en la muleta. Tanto lo acusó que fue una faena muy parada, donde Colombo proponía al natural de forma muy parada. El venezolano tuvo que poner más de su parte y se expuso en varias ocasiones para poder tocar pelo.
