Un total de 455 niños participan en el Campamento Urbano de Verano de Toledo durante las tres quincenas en las que se desarrolla, dos de las cuales han tenido lugar en el colegio de Santa Teresa y la tercera, que arranca mañana y hasta el día 14 de agosto, será en el colegio de Santa Bárbara.
La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha visitado este martes el campamento urbano en su vigésima edición, acompañada de la concejala de Familia del Ayuntamiento, María Teresa Puig, y el concejal de Servicios Sociales, Javier Mateo.
El objetivo de esta iniciativa organizada por el Consistorio toledano es facilitar la conciliación de la vida laboral de las familias durante las vacaciones escolares y ofrecer a los participantes una propuesta lúdica y didáctica.
Durante la visita, Tolón ha señalado que el Ayuntamiento está “volcado en los niños” y prueba de ello es el sello de Ciudad Amiga de la Infancia otorgado por Unicef por las diferentes medidas que se desarrollan en la capital.
Además, ha indicado que dentro de las políticas de Servicios Sociales “es importante disponer de una serie de actividades en las que los niños puedan estar entretenidos en la ciudad mientras sus padres están trabajando”.
Más plazas
Por ello, ha continuado, el Gobierno municipal ha decidido ampliar tanto el presupuesto como el número de plazas disponibles en el campamento de verano.
En este sentido, ha recordado que desde el inicio de la legislatura el presupuesto en materia social ha crecido un 40 por ciento, y ha agradecido a la empresa Ocio y Aventura la labor que están realizando en la organización y gestión de la presente edición del Campamento, que, a su juicio, está siendo “un éxito”.
Por su parte, el edil de Servicios Sociales ha precisado que el incremento en el número de plazas ha sido del 15 por ciento, y ha incidido en que el Gobierno local está “especialmente satisfecho” por la “buena acogida” de esta actividad.
También ha subrayado que el campamento se adapta a “todas las necesidades” con precios que van desde los 80 a los 5,50 euros en función de la renta familiar y del número de hermanos participantes, además de que se reserva un cupo para familias vulnerables.
Los participantes, aparte de disfrutar de diferentes actividades recreativas, reciben servicio de transporte, desayuno y comidas, lo que “en buena medida suple el cierre veraniego de los comedores escolares”, ha manifestado Mateo.
