El actual presidente de la Diputación de Toledo, el socialista Álvaro Gutiérrez, se ha referido al asunto de la calesa propiedad del expresidente de la institución, el popular Arturo García-Tizón, restaurada por una escuela taller de Talavera, al reseñar que esta acción ya fue denunciada por el Grupo Socialista al final de la anterior legislatura y “es un ejemplo más de la catadura moral de determinadas personas”.
También ha recordado que, en la anterior legislatura, la Diputación de Toledo “compró de manera totalmente innecesaria 7 calesas”, pero se mandaron a restaurar ocho, una de ellas “propiedad del señor Arturo García-Tizón”, que, según Gutiérrez, fue la única que finalmente se restauró porque las otras siete no precisaron de restauración alguna.
Para el actual presidente provincial, éste es un ejemplo de “utilización de recursos públicos para fines privados” y el hecho de que García-Tizón la cediese a la corporación provincial “fue una decisión en el último minuto y bajo presión, porque se habían cometido otra serie de anomalías en otros talleres de empleo y se vio obligado a ello”.
“¿Eso es malo?”
Por su parte, el presidente del Grupo Popular de la Diputación de Toledo, Emilio Bravo, ha afirmado que estas críticas por parte de los socialistas son “más de lo mismo”.
No entiende como el Gobierno provincial “sale con unos carruajes”, que “regaló Arturo García-Tizón” a la Institución provincial, a lo que ha añadido: “¿Qué pasa, es eso malo?”.