Como avanzó nuestro colaborador Jesús Morales en su columna ‘Cafres, borricos e ignorantes’, uno de los azulejos del pórtico de la Basílica del Prado ha sido destrozado.
Se trata de uno de la escena ‘Las tentaciones a Jesuscristo’, en el que el diablo aparece disfrazado de mendigo.
La cara de Satán ha sido desfigurada, probablemente con un punzón u objeto picudo, generando un deterioro ya irrecuperable para un azulejo que data del siglo XVI.
Este episodio, al igual que otros que se han producido en el entorno –micciones, destrozos, pintadas, ect.-, refuerza la necesidad de tomar cartas en el asunto –cerramiento, vigilancia física o cámaras– para preservar el patrimonio de la ciudad, habida cuenta que por la misma pululan ‘personas’ con enormes carencias de educación y respeto.
Se tapará el zócalo
Esta semana hemos conocido que todo el zócalo del pórtico va a ser tapado con láminas de madera. Esta decisión adoptada desde la Concejalía de Patrimonio no se debe a este último ataque sino que el informe que se está elaborando previo a la actuación para frenar el deterioro palpable de esta obra de arte se sigue demorando.
Como se recordará ya se actuó a finales del año pasado sobre una decena de azulejos que corrían el riesgo de desprenderse, por lo que se les aplicó una masilla especial de fijación para evitarlo.
