Después de modificaciones, suspensiones y desesperaciones los niños de Talavera pudieron ver de cerca a Melchor, Gaspar y Baltasar y entregarles sus cartas de la ilusión.
Unos con admiración y perplejidad, otros, como es habitual, asustados ante tan imponentes y mágicos personajes pero, en definitiva, pudieron cumplir con esa tradición irrenunciable.
El pabellón 1 de Talavera Ferial se llenó de abuelos, padres y niños para vivir el sucedáneo de ‘Cabalgata’ que improvisó el Gobierno Municipal a causa de una lluvia, lluvia que no ha sido óbice para que otras localidades llevasen a cabo el desfile por antonomasia del 5 de enero.
Salvo la lógica aglomeración dado el gentío presente, no se produjo ningún incidente y las muchas personas implicadas en la organización y seguridad de la denominada ‘Fiesta Infantil’ sacaron nota más que alta tras unas últimas horas de cierto agobio y mucho trabajo.
Las once carrozas que no pudieron transitar por las calles de Talavera por una decisión criticada hasta la saciedad estuvieron más cerca que nunca para unos niñ@s ajenos a todo lo que rodeó esta celebración y que finalmente pudieron disfrutar en su gran tarde.
Como también disfrutaron todos los protagonistas de este cortejo real ya que se subieron a sus carrozas como si nada hubiera pasado y repartieron los miles de caramelos como también manda la tradición.
Y es que la ilusión y la magia estuvieron muy por encima de las decisiones tomadas y al final prevalecieron por encima de ellas.
Unas horas antes, Sus Majestades rindieron pleitesía ante la patrona de la ciudad, la Virgen del Prado, en su Basílica atestada igualmente de fervientes talaveranos.
Feliz noche de Reyes a todos.
Dócil artículo para lo vivido ayer tarde. Lamentable editorial