Cuatro años después de la entrada en vigor del Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, varios edificios públicos de Talavera siguen sin haber solventado las barreras arquitectónicas que impiden la libre accesibilidad a los mismos.
La concejal no adscrita Carmen Aceituno preguntó en el Pleno de este jueves qué actuaciones había llevado a cabo el Gobierno Municipal en estos cuatro años, habida cuenta que la normativa ponía como fecha tope el 4 de diciembre de 2017 para que todos los edificios públicos construidos antes del 4 de diciembre de 2010 fueran totalmente accesibles.
La concejal de Urbanismo, María Rodríguez, reconoció que por las dificultades en hacer cumplir la ley en inmuebles con valor histórico y por falta de personal todavía existían en la ciudad edificios públicos que no permiten la accesibilidad universal.
En cuanto a las barreras arquitectónicas en vías públicas tampoco Talavera las tiene resueltas en todo el casco urbano pese a que, como señaló Rodríguez, se actúa en un centenar de pasos de peatones al año y, en colaboración con la ONCE, muchos ya presentan bandas sonoras.
Por lo que respecta a la accesibilidad cognitiva, tan sólo las piscinas, la biblioteca José Hierro y la Escuela de Música tienen los respectivos paneles informativos.
Aceituno ha lamentado que en estos cuatro años no haya dado tiempo a cumplir con la ley.
Cabe recordar que esta semana terminaban los trabajos en Toledo para hacer accesible la entrada a las oficinas del Ayuntamiento. Una actuación que ha sido financiada en un 80 por ciento con fondos europeos.