lunes, 15 enero 2024
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El (nuevo) timo del tren

Lo fácil hubiera sido firmar el refrito de pactos por el ferrocarril que finalmente se llevó al esperpéntico pleno del Ayuntamiento de Talavera el pasado jueves 16, cerrado a pachas entre PP y PSOE después del canguelo de las 40.000 almas marchando y diciendo hasta aquí hemos llegado, y dejarse de problemas. Lo fácil hubiera sido apuntarse a ser apéndice de una manifestación extremeña, hacerse las fotos, la consabida –y forzada–de las manos en piña y tal, unidad, risas, dientes, y todos de fiesta y a una. Lo fácil es seguir la corriente y continuar tres o cuatro lustros más engañando y utilizando al personal. Lo fácil y rentable es hacer lo de siempre, y lo de todos, camuflarse. Para que al final sigamos esquinados y abandonados, en el apeadero en el que nos han dejado los que ahora se dan cuenta de que hay que hacer, de nuevo,como que hacen algo. Pero no.

Verán: esto del tren es a estas alturas de juzgado de guardia. Las decisiones que excluyeron (y excluyen) la línea de ferrocarril entre Badajoz y Madrid –y en especial el tramo Navalmoral-Madrid– del mapa de las infraestructuras básicas del Estado, se tomaron hace más de una década. Y con un gobierno socialista (Zapatero) en Madrid y en Castilla-La Mancha: Barreda y su consejero Sánchez Pingarrón, dando prioridad y financiación pública a los nodos de Albacete, Alcázar de San Juan y Toledo, y colando a última hora (“esta misma tarde” decían en nota de prensa cuando ya firmaban la plataforma logística de Toledo García-Page –como alcalde de Toledo–, Sánchez Pingarrón como consejero y José Blanco como ministro de Fomento) y por la puerta de atrás al de Talavera (“latifundio logístico”), eso sí, de tercera división –mero interés regional–, y financiación privada, aunque se quiso vestir el expediente, el humo, como siempre ocurre con esta ciudad.

Posteriormente, ya en 2011/12, con las mayorías y consabidos y penados gobiernos del Partido Popular en Extremadura y Castilla-La Mancha, Cospedal concedió definitivamente a Monago las mercancías por el tramo del valle del Guadiana. Se priorizó en el PITVI (Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024) y en la Estrategia Logística de España; y así, una vez plasmado y temporalizado en la programaciónnacional, se elevó a Bruselas (de donde vienen los fondos europeos para las obras), y se incluyeron en la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), como ejes prioritarios dentro del Corredor Atlántico de Mercancías, las obras pertinentes de electrificación de la línea Badajoz-Puertollano por el sur, y la de Fuentes de Oñoro-Medina del Campo. En este sentido, Adif ha puesto 42 millones de euros a principios de 2017 para electrificar en esta línea el tramo Medina-Salamanca. Y el pasado lunes el ministro de Fomento volvió a anunciar el encargo a INECO y la inversión, para ya, de 310 millones de euros para electrificar también ya el tramo Mérida-Puertollano por el valle del Guadiana.

La estrategia nacional marcó dos fechas, horizontes 2020 y 2030. Para 2020 los ejes de mercancías por el Guadiana y el Duero, con sus correspondientes nodos en Castilla-La Mancha en Albacete (comunicación con el eje mediterráneo), y Alcázar de San Juan y Toledo. La conexión de Sines y Lisboa con Europa a través de esas dos líneas. Y 2030, como muy pronto, alta velocidad en la línea Lisboa-Badajoz-Talavera de la Reina (ahora ya Toledo en los novísimos mapas)-Madrid, dependiendo del albur político luso, la crisis económica nacional y la escasa prioridad política extremeña y nula castellano-manchega; y convertida definitivamente en la línea de menor relevancia, interés y prioridad por parte del Estado. Por ello ahora el ministerio sí da soluciones a Extremadura y a Castilla-La Mancha, cerrando la conexión Plasencia-Badajoz para 2019 con diésel y ya veremos si electrificada, y licita las mercancías por abajo, Badajoz-Puertollano. Lo previsto, firmado y que está en documentos y papeles. Ni más ni menos. Soluciones a Castilla-La Mancha y a sus intereses prioritarios marcados en la hoja de ruta, intereses en los que no estaba ni está Talavera de la Reina.

Que no vayamos a tener un tren en condiciones (si entendemos por ello lo que conocemos por AVE) hasta 2030 como mínimo (lo dejó bien claro el ministro de Fomento en la gélida jornada famosa del Rafael Morales), es responsabilidad en gran parte de quienes el sábado 18 se hacían la foto en Madrid reclamando sin ningún pudor un “tren digno”, los mismos que en su día aplaudían y jaleaban a Bono, Barreda y Cospedal cuando volcaban el centro de gravedad logístico y ferroviario a cientos de kilómetros de Talavera. Una vez firmado e informado a la superioridad europea, una vez plasmadas las prioridades nacionales (y regionales, que no se nos olvide que el PSOE de Barreda y el PP de Cospedal fijaron como nodos preferentes Albacete, Alcázar de San Juan y Toledo), una vez atado y bien atado todo, firmamos una nueva declaración de intenciones/engañifa, y nos vamos de excursión a Madrid con los de Extremadura. A burro muerto la cebada al rabo.

Quien quiera seguir engañando al personal que lo haga. Es libre de hacerlo, y el personal aguantamos casi todo, y si somos de Talavera no digamos. Pero no somos tontos, ahí está el trabajo inmenso de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Talavera que hace años clamaba por lo mismo que diez años después, ahora, una vez que han visto la luz, empiezan a pedir los mismos que antes ninguneaban sus reclamaciones. Que quienes aplaudían el 2030 del ministro y decían que muy bien, que por fin todo estaba aclarado… ahora de cara a la galería sean más papistas que el papa, vale: la cara de hormigón armado lo aguanta todo. Que el PSOE que iba a traer el AVE en 2010 a toda máquina, y que escoró y ató el desarrollo ferroviario para la Mancha en detrimento del valle del Tajo también quiera estar en la foto, normal, que para qué vamos a recordar el olvido sistemático, contundente y contumaz de todos sus presidentes regionales socialistas para con el ferrocarril en el oeste toledano. Que los sindicatos acepten ahora el “AVE extremeño” como animal de compañía, cuando siempre se ha exigido un tren en condiciones, electrificado y con mejoras… Pues eso. Allá cada quisqui.

Aquí se está engañando al personal, se le está utilizando, y en vez de exigir en despachos, en presupuestos y en planificación, se va a la foto fácil. Voté en contra en el pleno a este nuevo engaño de firmar un pacto/protocolo, a esta cama redonda que ahora sí interesa, a esta cola de ratón de apuntarse a última hora a la movida extremeña, con el susto en el cuerpo de la manifestación del 11N. No. Yo no estoy en el Ayuntamiento para engañar y usar al personal. Lo fácil es seguir la corriente. Tan fácil que fíjense qué bien les ha ido a unos, a un lado y a otro, y qué jodidamente mal le ha ido a nuestra Talavera de la Reina.

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