La manifestación convocada por la Mesa por la Recuperación de Talavera y su Comarca ha sido un éxito absoluto. Esta frase repetida hasta la saciedad al término de la misma define lo vivido en la mañana de hoy en las calles de la Ciudad de la Cerámica.
Cerca de 40.000 personas –según la organización, poco más de 20.000 según fuentes policiales- han salido a la calle a abrir las puertas a la esperanza y a decirles a las administraciones públicas que ¡basta ya!, que están “hartas” de marginación, ostracismo, olvido, abandono, discriminación y ninguneo.
“A los políticos hoy les ha llegado a las orejas que se puede engañar una vez, dos veces… pero no indefinidamente. Los estudios, proyectos, promesas y fotitos se han acabado, la ciudadanía reclama hechos, inversiones y el mismo trato de favor que otras ciudades una vez que nos hayamos equiparado a ellas”, declaraba a Ahoraclm Miguel Méndez, una de las cabezas visibles de la multitudinaria marcha.
Dicen los organizadores que nadie ha podido, ni con declaraciones ni presencias, politizar una marcha que “ha salido del cariño a nuestra tierra y del corazón, y contra eso no se pueden poner barreras. El pueblo es soberano y ha hablado y ahora son nuestros regidores los que se tienen que poner manos a la obra. Aquí no nos vamos a parar”.
Ejemplar manifestación
El 11 de noviembre de 2017 se ha ganado un hueco en los anales de Talavera al protagonizar sus gentes un día histórico, quizá, la mayor concentración reivindicativa de personas que nunca se haya habido.
La manifestación ‘Talavera por su futuro’ ha sido ejemplar en todos los sentidos. Ni un solo incidente. Una Fuenteovejuna que ha desbordado las previsiones que, aunque eran halagüeñas, no se imaginaba tanto.
Los organizadores desvelan que han vendido 7.000 pulseras, y podían haber vendido tres veces más; y que las 10.000 banderitas se han acabado muchos minutos antes de la hora de inicio de la macha, las 11 de la mañana.
Cinco grandes pancartas con los cinco puntos genéricos que sustanciaban la reivindicación han partido de la Plaza del Reloj hasta la del Laurel en los Jardines del Prado.
Cuando la cabecera había llegado a su final todavía quedaban decenas de personas por salir. Personas de toda clase, rezo y condición que por unas horas han dejado atrás las preocupaciones, las vicisitudes, incluso sus negocios y quehaceres, para asistir a la marcha que puede cambiar el futuro de la ciudad.
Ya sobre el escenario de los emblemáticos jardines talaveranos jóvenes famosos y anónimos han leído un manifiesto recordando esas necesidades que tiene Talavera en comunicaciones –carreteras, ferrocarril-, infraestructuras como el nodo logístico, el Tajo y su “crimen”, la falta de carreras y estudios profesionales, carencias sanitarias, funcionariado…
Las palabras de Aurelio de León, artífice de esa canalización de divergencias que ha derivado en esta amalgama ciudadana, arrancó otras de la mayores ovaciones del gentío que abarrotaba los jardines.
“La marginación endémica de las Tierras de Talavera por no ser capital de provincia, que es una bicoca, y que les pasa también a Miranda de Ebro, Avilés… se tiene que acabar. Ya está bien. Hoy hemos estado unidos, sin más banderas que las de Talavera y este éxito tiene que ser el principio de un futuro mejor. Tampoco pedimos tanto ni cosas de otro planeta. Lo justo y lo que merecemos”, concluía Médez.
