Este último lunes del mes de junio ha sido el elegido para que en el Congreso de los Diputados arranque la Comisión de Investigación sobre la supuesta financiación ilegal del PP y, distintos medios nacionales, apuntan que el marido de María Dolores de Cospedal, el exgobernador Ignacio López del Hierro, podría ser llamado por el PSOE para que comparezca en esta comisión.
Y es que los socialistas creen que su nombre aparece en los denominado Papeles de Bárcenas como donante al Partido Popular. Si esto se produje supondrá un nuevo sobresalto para una Cospedal que da la impresión que ejerce de presidenta regional del PP en la distancia, más centrada en sus labores como ministra de Defensa y de secretaria general de un partido que será protagonista estos días por la actuación de su exgerente.
Tizón
No obstante, Cospedal sí ha decidido la decapitación política en la provincia de Toledo de Arturo García-Tizón, el hombre al que se recuperó de Madrid para que pusiera en orden el PP toledano amparado en el buen recuerdo que se tenía en la derecha de sus tiempos como secretario general de Alianza Popular. Fue Cospedal la que se acordó de la persona que la preparó para ser abogada del Estado para convertirla en presidente de un partido que bajo su mandato obtuvo los mejores resultados electorales de la opción conservadora.
Pero por estas visicitudes de la política, las relaciones entre Cospedal y Tizón se enfriaron un poco cuando la primera se convirtió en presidenta de Castilla-La Mancha y más tarde se fueron agriando. Al no conseguir el PP mandar ni en la Junta, ni en la Diputación de Toledo, comenzó una silenciosa revolución en el seno del partido -encabezada por el denominado grupo de alcaldes, a excepción del de Talavera- que iba encaminada a descabalgar al veterano dirigente.
La presión de una parte de la formación, las críticas vertidas por la gestión de Tizón en la institución provincial y las ganas de mandar de esos alcaldes intocables obligó a Cospedal a decapitar al también diputado nacional. Para que la operación culminara, se buscó una solución: aupar al talaverano José Julián Gregorio a la Presidencia porque en el partido se considera que es un hombre dócil y que puede ser manejado por dichos alcaldes.
Y ahora, otros alcaldes que no están integrados en el grupo que lidera la dupla Bravo-Velázquez quieren hacer un homenaje al ejecutado Tizón. Será el últimos adiós a un personaje que, en sus dos etapas políticas diferentes, brilló pero que fue derrotado por las interioridades del partido al que pertenece.
El salón de plenos de Talavera
Pero si existe algún regidor local que más titulares ocupe en la geografía toledana éste es Jaime Ramos. El también diputado provincial vive su horas más convulsas en el circo de la política municipal y sus decisiones cabrean mucho más a la oposición. El otro día, en la última sesión plenaria, acordó no responder a las enmiendas de los tres grupos que tiene enfrente- PSOE, Ganemos Talavera y XTalavera- porque argumentó que estaba alto de sus últimas críticas y de la visión que estaban dando del comportamiento de sus dos nuevos socios de gobierno: los exconcejales de Ciudadanos, que parecen estar apoyando al equipo de gobierno, pero que se encuentran en tierra de nadie porque, entre otras cosas, C´s no les quiere en su partido.
Estando como está la situación, cualquier anécdota que se dé se convierte en noticia alarmante. Esto ha ocurrido con las palabras que dijo Arturo Castillo en el inicio de la noche de San Juan en el Casco Histórico talaverano. Aludió a las minifaldas cortas y se le ha acusado de machista ante el grito de su compañeros de grupo, pero alguno de los que hoy están con él también sacaron a la palestra otras palabras del exedil comunista, Benjamín Martínez Yañez, que se refería a las concejalas del PP. Este último episodio sucedió a mediado de los años noventa y, como se aprecia, en todo este tiempo parece que no ha cambiado nada la política municipal talaverana.
El futuro de Page
El presidente regional, Emiliano García-Page, continúa con su hoja de ruta al mismo tiempo que los timbales que pedían venganza por sus opiniones en las primarias internas del PSOE se acallan. Sánchez ha dejado claro que únicamente ajustará las cuentas a los barones de Aragón y Valencia y ha demostrado que recogerá en su seno a los demás. Hasta al representante extremeño le ha sentado en su mesa y no tiene más remedio que aceptar a los demás si quiere continuar con gobiernos socialistas en otras regiones.
Al igual que Susana Díaz será la candidata del PSOE para presidir Andalucía, Page lo será para hacer lo propio en Castilla-La Mancha. Será en otoño cuando se conozca quién el secretario regional del partido y quién será el cabeza de cartel en los comicios autonómicos, pero hoy por hoy está claro y eso que algunos sanchistas son de la opinión que debe de imperar la bicefalia y no tiene por qué reunir la misma persona ambos cargos. Pero el secretario regional será el candidato y esto no será otro que el actual presidente de la Junta porque, entre otras cosas, no se vislumbran rivales en el horizonte.
Tanto es así, que Page se esmera estos días en aprobar los Presupuestos. Es fácil que el acuerdo cristalice en pleno verano y vendrá, pese a las dudas, de la mano de Podemos. Y con las cuentas aprobadas, el presidente ya se dedicará a preparar el Congreso Regional del PSOE. Un evento, por cierto, que se espera tranquilo porque Manuel González Ramos -al que ciertos medios de comunicación se empeñan en presentar como adversario interno de Emiliano García-Page- ya ha aireado su lealtad al presidente y ha comunicado que su única intención es revalidar la secretaria provincial de Albacete y trabajar en la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Ejecutiva Federal.
