La licencia de la gasolinera que se pretendía construir junto al colegio Pablo Iglesias ha sido anulada, aunque a la promotora aún le restarán dos trámites para revertir la decisión: presentar un recurso contencioso-administrativo y, posteriormente, otro de reposición.
POM
Mal lo va a tener, por no decir imposible El Chaparro 2012, puesto que la modificación del Plan de Ordenación Municipal aprobada el 9 de marzo del presente impide el otorgamiento de licencias para instalaciones de suministro de combustible para vehículos en suelo urbano consolidado de uso residencial y dotacional.
Una modificación que no es que tenga carácter retroactivo pero sí afecta a los expedientes que se encuentran en tramitación o no han sido resueltos, aunque la fecha de presentación sea anterior a ese 9 de marzo.
Proyecto erróneo
Además, el proyecto presentado contenía dos errores de bulto al realizarse el planeamiento del solar como si fuera un chaflán de dos calles en línea recta cuando debería haberse tenido en cuenta que está y pertenece a una rotonda, por lo que la linde exterior ineludiblemente debe ser curva desde la propia avenida, dejando una distancia mínima hasta la entrada de diez metros. Se ha determinado que el planeamiento presentado invadía la vía pública. El otro craso error que contemplaba el proyecto tiene que ver con la ocupación ya que las características de esa zona en cuanto a equipamiento sólo permiten la construcción en el 50 por ciento del mismo y la marquesina del techado proyectado abarcaba la totalidad.
Asimismo, no se han tenido en cuenta que los vados de entrada no pueden superar los 3 metros y que toda la zona, por la proximidad de un colegio, está protegida por valla de contención de peatones y que el informe de la Policía Local recomienda.
A todo ello hay que unir que la licencia primigenia aprobada el 13 de octubre de 2016 perdió su vigencia por modificarse el proyecto básico que contemplaba una pequeña tienda de comestibles y alimentación que posteriormente tornó en una superficie menor para construir un almacén, habilitar una zona de cobro y aseos, y que supuso el principio del fin de las pretensiones de la promotora.
Presión social
Y es que a partir de ahí se sucedieron los recursos de reposición presentados por la AMPA Joaquín Benito de Lucas del colegio Pablo Iglesias, la asociación de vecinos La Milagrosa y de todos los concejales del PSOE en el Ayuntamiento por entonces, léase, José Gutiérrez, Javier Corrochano, Flora Bellón, Raquel Vetas, Monstserrat Muro, Nieves Arriero, Luis Manuel Flores y David Gómez. Se instó a que las administraciones, instituciones o entidades competentes emitiesen sus informes sobre la idoneidad o no de la instalación de una estación de servicio junto a un colegio. Por cierto, la mayoría rechazaron pronunciarse por considerarse no competentes en la materia y algunas ni contestaron. El informe de la Concejalía de Urbanismo, por lo anteriormente expuesto, ha sido el que ha determinado la resolución definitiva.
Las manifestaciones de oposición de la comunidad educativa, de los vecinos del barrio y la opinión pública desfavorable hicieron intervenir al Gobierno Municipal, suspender la licencia, incluso paralizar la obra y ya con el informe del Jefe de Servicio de Aperturas, Fernando Villa, de fecha 1 de junio y que hoy se ha dado a conocer, decretar la anulación definitiva de la licencia.
La portavoz municipal ha manifestado que “es una buena noticia para el AMPA y la comunidad educativa del colegio” y ha justificado la demora y dilación del proceso porque todos los expedientes municipales conllevan unos plazos y la resolución requería un estudio pormenorizado y ajustado a todas normativas.
