Cuándo una asociación tan necesaria como un equipo concienciado y conjurado y una afición entregada y ansiosa no desembocan en el éxito que ambas partes desean. Pues eso es lo que ayer noche se palpó, inundó y se vivió en el templo baloncestísto de la Ciudad de la Cerámica con un equipo, el CB Talavera, y una grada, la vetusta del Puerta de Cuartos, en pos del triunfo y la posibilidad de convertirse en el mejor equipo de categoría júnior de Castilla-La Mancha.
Nadie dijo que iba a ser fácil vencer al CB Tarazona y hasta muy al final no se pudo respirar tranquilo. Partido de los que hacen afición por ese suculento premio y por un formato de competición que permite vivir el baloncesto de una manera más especial e intensa.
Las ganas de ganar, los nervios, la igualdad, el empeño y buen hacer de unos –los locales- y el acierto de otros –sobre todo desde la línea de tres- mantuvieron el marcador igualado a lo largo del choque deparando 40 minutos de juego tenso e intenso, taquicárdico, que se resolvió para el joven plantel que entrena y dirige Fernandito Miguel; qué grande.
Los talaveranos sólo cedieron el primer parcial (10-11) para ganar los tres siguientes con exiguas ventaja pero a la postre suficientes para el 58-52 final, y que les permitirán esta tarde, a partir de las 18:30 horas, intentar alcanzar el Olimpo. Para ello tendrán que derrotar a otro conjunto albaceteño, el UCA, que se deshizo sin problemas en la primera semifinal de esta Final Four Sub-18 del Grupo 76 Alcázar por 70-49. Antes a las 16:30, la final de consolación.
