El exalcalde de Aldeanueva de Barbarroya, José Bodas García, ha sido el encargado de inaugurar el equipamiento más deseado por los vecinos de esta población de la comarca de la Jara: la residencia de ancianos.
La mayoría de los habitantes de la localidad se dieron cita a las puertas de la Residencia La Jara para asistir a un emotivo acto que comenzó con la bendición del lugar por parte del párroco Fernando Núñez y finalizó con una visita a las instalaciones. Antes se descubrió una placa conmemorativa del acto e intervinieron, entre otros, el exalcalde José Bodas y José Manuel Fernández, actual regidor de Aldeanueva de Barbarroya.
Eugenio Sánchez, gerente del centro, fue el encargado de abrir los discursos. Agradeció el apoyo municipal que está recibiendo y definió la residencia como “una bonita casa”. Tampoco faltó la intervención de una residente, que leyó una poesía; pero el plato fuerte del acto fueron las palabras de Bodas.
Precisamente él, desde su cargo de diputado provincial, hizo nacer el proyecto de construcción de la residencia. Expuso a sus convecinos “los años de sacrificio que hemos pasado hasta llegar hasta hoy” y no olvidó la fuerte inversión realizada. Su alocución –marcada por el cariño, la emoción y el derrame de lágrimas- estuvo salpicada de vivencias y de algún otro tinte político.
Recordó que este proyecto nació tras una reunión de las antiguas tormentas de ideas que ponía en liza el entonces presidente de la Diputación, el fallecido Miguel Ángel Ruiz Ayúcar. Y resaltó la suerte que recibieron estos proyectos denominados miniresidencias. Mostró su orgullo por haber “iniciado esta batalla” –fue alcalde desde 1983 hasta 2007- y se alegró porque “la guerra la ha ganado el actual alcalde”.
Críticas y zancadillas
En la hora del triunfo también mencionó “las críticas y zancadillas que ha recibido este proyecto” y calificó este actuación urbanística como “la obra más necesaria y la mejor que ha cristalizado Aldeanueva”.
Defendió a la Diputación Provincial y reiteró que “realiza un reparto proporcional a los pueblos”, algo que actualmente niegan los compañeros de su partido. Su religiosidad quedó patente al acordarse de la Virgen del Espino, se le fue la voz en tres ocasiones embargado por la emoción y subrayó que “en Aldeanueva hay esperanza” antes de instar a todos los asistentes a luchar contra la despoblación de estos núcleos urbanos.
Tuvo tiempo para dar un consejo a la actual corporación de la localidad al significar que “cada pueblo se salva a sí mismo, hay que afrontar la problemática y no llorar por las esquinas, como hacen otros alcaldes”.
Cerró el acto el presidente de la corporación municipal José Manuel Fernández que, tras agradecer a su antecesor en el cargo aceptar inaugurar el centro, describió las particularidades de la Residencia La Jara. Dijo que había constado más de 1.300.000 euros, que se abrió al público –a falta de la inauguración- el pasado 30 de octubre, que cuenta con 28 plazas, que se han construido más de mil metros cuadrados y que dispone de diez habitaciones individuales y nueve dobles.
Los aplausos de los muchos vecinos que se congregaron en el lugar dieron por finalizado un emotivo acto que nunca se olvidará en este pueblo señero de la Jara, que destaca, entre las muchas virtudes que exhibe, por saber acoger a los visitantes.