El Ayuntamiento de Toledo tramitó durante 2016 un total de 410 expedientes arqueológicos en obras menores, de los que 265 –el 64 por ciento– no tuvieron necesidad de control posterior; y 50 –el 12 por ciento– conllevaron un control arqueológico de oficio.
Asimismo, 58 precisaron de una zanja única; el tres por ciento precisó derivarse a un arqueólogo profesional –11 expedientes–; nueve pasaron a una comisión especial y seis fueron anulados.
Unos datos que se han ofrecido hoy tras descubrirse la existencia de una antigua mezquita en la calle Santo Tomé.