lunes, 25 marzo 2024
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Una noche como aquella, de Nacho Redondo, deleita al Victoria de Talavera

 

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En Una noche como aquella, tres amigos, que se conocen desde niños (Patricia, Marcos y JuanLu) inician un juego que cambiará sus vidas. Todo comienza cuando sentados en un banco cualquiera comienzan a plantearse una serie de preguntas y cuál de ellas elegirían. En un lenguaje absolutamente escatológico (“una mierda de perro o sopa toda la vida”), el juego avanza y sus protagonistas llegan a preguntarse si formarían un trío: ¿Harías un trío con tus amigos o lo harías con otros no conocidos? Y esa noche, entre sí, no y dudas, comienza la historia de amor a tres bandas.

En esta comedia ligera, cuyo texto ha sido escrito por el actor talaverano Nacho Redondo y dirigida por Chos, se utiliza un lenguaje actual, fresco, pero sobre todo juvenil y difícil de seguir, a veces; sobre todo para aquellos que ya han sobrepasado cierta edad.
En todo caso, el espectador se ve frente a una comedida, muy hilarante, cuya moraleja podría ser : tener cuidado con los juegos, que éstos pueden acabar de modo inesperado, y no siempre bien.

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Nacho Redondo

Pero esto no es nuevo. Al contrario, es tan viejo como la propia Humanidad. Incluso, como en el caso de esta obra con las relaciones bisexuales: quizá la única novedad, aunque bastante descafeinada a lo largo de la hora y media que dura la obra; no se si por defecto del texto o por miedo a revelarlo abiertamente. Las dos referencias a salir del armario no terminan de aclarar la situación.

Hay que subrayar la naturalidad con la que sus interpretes dan vida al texto. La compenetración, con algún momento de desequilibrio entre los tres protagonistas del reparto es buena: Nacho Redondo (JuanLu), Nacho López (Marco) y Nahia Laíz (Patricia).

Esta más que aceptable representación tuvo lugar el pasado sábado en el Teatro Victoria de Talavera de la Reina. No se llenó, pero en ello tuvo mucho que ver lo desapacible de la noche. Aun así, alrededor de una tercera parte de la sala recibió a un público entusiasta que pudo disfrutar, reír y, sobre todo, pasar un buen rato y disfrutar de una obra verdaderamente distraída.

banner-interior-noticiaLa compañía llevó una coreografía minimalista, como acostumbra a ser común ya en el teatro independiente. La obra está musicada, a modo de rapsoda por la cantautora Ana Pi , acompañada tan sólo de una guitarra. La música en directo resultó un magnífico complemento. As dio un punto de seriedad, dentro de que estamos ante una comedia y donde lo que predomina es el humor. Pero en este caso, la música desempeñó un papel de contrapunto por la seriedad y confianza que los personajes otorgaron al final a la chica que, desde ese mismo banco donde todo comenzó, iba contando poco a poco y a posteriori el devenir de esta comedia.

El final de Una noche como aquella es exactamente el que a lo largo de la función espera el espectador. No hay sorpresa: algo que no puede durar acaba, pero no como empezó: ya nada será igual. Como dice Marcos a la cantautora al final: “Qué por qué lo dejamos, no se, porque las cosas se acaban. Y tienes dos opciones, hacerte el ciego y no ver que se está acabando. Y otra, hacerte el ciego…

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