Los cuatro cadáveres carbonizados encontrados en la avioneta que ayer tarde se estrelló en la comarca de Talavera han sido trasladados al Instituto Anatómico Forense de Toledo poco después del mediodía de hoy.
Las pruebas de ADN determinarán la identidad de esos cuatro ocupantes que, por causas que se están investigando desde primera hora de la mañana de hoy, perecieron en un accidente aéreo en el término municipal de Sotillo de las Palomas y no de Segurilla, como en principio había transcendido.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio se ha mostrado cauteloso a la hora de determinar la identidad de las víctimas y prefiere “esperar a los análisis forenses para aportar identidades”, aunque como ya adelantábamos ayer en la avioneta viajaban dos adultos y dos menores, extremo que parece confirmarse.
Un buen número de agentes de la policía judicial están escudriñando el terreno, recopilando pruebas e investigando las posibles causas del siniestro.
La avioneta había partido poco después de las 4 de la tarde de ayer del aeródromo madrileño de Cuatro Vientos y tenía como destino la turística localidad portuguesa de Cascais.
Las imágenes que les mostramos, facilitadas por el Cuerpo de Bomberos de Talavera a su llegada al lugar del siniestro, hablan por sí solas de la trágica magnitud del mismo. Según ha comentado el principal testigo del accidente, un pastor de la zona, la avioneta explosionó nada más estrellarse.