Se acaban los calificativos para definir las actuaciones de la karateca talaverana Sandra Sánchez Jaime ya que una vez más ha vuelto a subir a lo más alto del podio, esta vez en la I Copa Iberoamericana disputada en la localidad portuguesa de Braga.
La superioridad exultante que viene demostrando en los dos últimos años tuvo nuevo refrendo con otra medalla de oro, tras aplastar a todas sus rivales con sucesivas demostraciones de una técnica extraordinaria, una flexibilidad sensacional, una destreza formidable y un control y dominio de su cuerpo como pocas veces se ha visto en la historia en la modalidad de katas (formas).
Y es que el resurgir de Sandra (con su paso por la universidad abandonó la elite de este deporte unos años) ha coincidido con la llegada a su vida –en todos los sentidos- del entrenador de la Selección Española de Katas, Jesús del Moral. Él ha sabido devolverla la ilusión por competir y, simplemente con poner en orden y en forma sus excelentes cualidades para esta disciplina del kárate, los éxitos se concatenan de manera asombrosa. El oro de Braga es una muesca más en un revólver que tendrá que cambiar por un rifle para que le quepan más, ojalá la próxima en el inminente mundial de Linz.
Raúl Cuerva, plata, y Matías Gómez, bronce
Precisamente los otros dos castellanomanchegos seleccionados para acudir al Campeonato del Mundo de la ciudad austriaca -25 al 30 de octubre- también cogieron chapa en Portugal. El talaverano Raúl Cuerva, en combate (kumité) para karatecas de menos de 67 kilos se llevó la plata, tras caer en la finalísima ante el también español Carlos Jimena.
Por su parte, el bolañego Matías Gómez abría el camino victorioso del kárate regional en Braga tras adjudicarse la medalla de bronce en menos de 60 kilos y también en la modalidad de kumité.
España ha logrado en esta I Copa Iberoamericana un total de dieciocho medallas, seis oros, siete platas y cinco bronce, una excelente cosecha que hace albergar grandes resultados en ese mundial de Linz que no sólo da triunfos y preseas, sino en el que también están en juego las subvenciones y ayudas para que estos deportistas de élite, y solventes, puedan trabajar con tranquilidad con vistas a ese debut del kárate en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Que así sea.