A las dos de la tarde, ya había ejercido su derecho al voto en la región el 36,87 por ciento del censo electoral. Esto supone que en Castilla-La Mancha se estaba votando por encima de la media nacional. Y no de extrañar porque, aunque se huele que la abstención aumentará, existe cierta ilusión por acudir a las urnas entre los votantes veteranos de la izquierda. En los colegios se dejan ver estos miembros de la tercera de edad que en la llegada de la democracia votaron al PCE, luego al PSOE de Felipe González, más tarde a IU y ahora a Unidos Podemos.
Acuden a las urnas con la misma ilusión que los chavales que lo hacen por primera vez porque “ahora sí que ganamos”, como dice un votante de Malpica de Tajo a las once de la mañana y cuando las urnas de las dos mesas -que se encuentran en el centro cultural- están bastantes llenas a esta hora.
Malpica de Tajo es un pueblo en el que en las elecciones generales siempre ha ganado el PSOE, aunque en las últimas municipales fue superado por Ciudadanos en el número de votos. Es una localidad, como sostiene Podemos, en la que se puede contemplar el ‘sorpaso’ porque hay mucho socialista desencantado y porque se puede recuperar el antiguo voto del PCE. Algo que se también se puede dar en Lagartera.
En Malpica, además, se da la circunstancia de que una de las dos mesas cuenta como presidente y vocales con personas que pertenecen a Bernuy, su EATIM.
Normalidad y calor
A la hora de redactar esta crónica aprieta el calor estival, pero esto no ha sido un problema a la hora de votar. En los distintas pueblos de la geografía toledana la abstención parece que no se dejaba notar, al contrario que en las grandes poblaciones del país. La normalidad y la tranquilidad son las notas reinantes en nuestra comunidad autónoma, una tranquilidad que se ha roto –a primera hora- en Guadalajara porque dieciocho colegios han visto como su cerradura estaba taponada cuando se iba a iniciar el proceso de votación, pero la rápida intervención de los bomberos ha propiciado que a las nueve ya estuvieran operativos.
Por cierto, que el alcalde alcarreño, el popular Antonio Román, ha realizado esta denuncia, porque uno de esos colegios era el que le tocaba para ejercer su derecho al voto, y, además, ha puesto de manifiesto que en ciertos lugares de Guadalajara se podían leer pintadas y pegatinas con lemas “antisistema”.
En Talavera, han coincidido, a la hora de votar, José García Molina y la plana mayor del PSOE, que llegaba al colegio en compañía de José Miguel Camacho, candidato al Congreso de los Diputados, y Molina, sin reparos, les ha preguntado si al final “el aparato del partido os va a dejar pactar con nosotros”.
En la Ciudad de la Cerámica existe la costumbre de llevarse los bolígrafos que están en las cabinas y por ello en esta ocasión han colocado carteles para que esta acción no se lleve a la práctica.
Por cierto, que en los colegios que existe más de una mesa, siempre una de ellas congrega menos gente a votar que la otra. Esto se ha podido ver en San Román de los Montes y en Malpica de Tajo. Es algo que llama la atención, pues se supone que cada una espera recibir a la misma parte del electorado.
En Talavera también se da otra costumbre: no acudir a las mesas cuando te eligen presidente o vocal. Y en estos comicios se ha vuelto a repetir la historia. Uno de los colegios que más lo ha sufrido ha sido el de la Escuela de Arte, aquí el exconcejal Jerónimo Martín de Bernardo, uno de los líderes de Izquierda Socialista, ha tenido que dejar la suplencia para pasar a la titularidad.
