¿A quién le perjudicaba que hubiera una solución para acabar con este cementerio de ruedas? Es la pregunta que se hace el Gobierno regional estos días y así lo ha expresado su portavoz, Nacho Hernando, antes de hacer una “cronología rigurosa” de lo ocurrido en el vertedero. Se ha remontado a 2001, cuando se produce una denuncia del Seprona, para después hacerse eco de los expedientes sancionadores de la Junta entre 2002 y 2005 y la detención del propietario en 2006.
Tampoco se ha olvidado de recordar que, en diciembre de 2007, la Junta solicitó poder entrar en el vertedero de neumáticos para poder retirarlos y que esa solicitud fue denegada, un año después, por un juzgado; pero, en abril de 2011, un auto permitió la entrada e instó al Ayuntamiento a disponer de los bienes abandonados y como dice Hernando “antes de este auto, haber entrado en el depósito hubiera sido lo mismo que robar a alguien los neumáticos”.
“Cospedal –apunta el portavoz- se convierte en presidenta en mayo y durante cuatro años no hay nada y desplaza el problema al Ayuntamiento, que hace dos convenios a dedo: uno con una empresa senegalesa –cuyos dueños están hoy día en la cárcel- y otro con una empresa prima hermana de la senegalesa, que quería retirar los neumáticos a coste cero”.
Una empresa, tal y como significa Hernando, que en septiembre de 2015 pidió ayuda a las administraciones porque no puedo cumplir su palabra. “Nuestra respuesta es clara y legal: es imposible dotarle de recursos porque tiene un contrato firmado con otra administración. Pero, finalmente, convencemos a todas las administraciones para que se pueda rescindir el contrato con esta segunda empresa y se pueda licitar este servicio”, asevera el portavoz del Ejecutivo autónomo.
“Lo que desconocíamos –prosigue- es que a partir de este momento, desde el Ayuntamiento de Seseña –mientras que nunca había habido vigilancia nocturna- deciden suprimir la vigilancia diurna a partir de este pasado mes de febrero”.
Lo que también ha enseñado Nacho Hernando a los representantes de los medios de comunicación son las tres comunicaciones que ha tenido el alcalde de Seseña, Carlos Velázquez, con la Junta. “Dos para informar de la recisión del contrato, en el mes de febrero, y otra sobre el último auxilio”, sostiene.
“No entiendo por qué no se lo pidió también a Cospedal y a otras administraciones. Y más si tenemos en cuenta que, en estos últimos cuatro años, en el Ayuntamiento de Seseña, la Diputación de Toledo, la Junta, el Gobierno de España y el comisario de Medio Ambiente de la UE compartían ideología y carnet político”, argumenta Hernando.
El último acto de esta historia, antes de que el incendio del vertedero tomara cuerpo, se escribe el 9 de mayo, cuando el Gobierno regional recibió una propuesta por parte de una empresa “seria y fiable”, denominada Emgrisa, con un proyecto que “era la solución definitiva y para el que hay comprometidos seis millones de euros con financiación europea y financiación propia, para resolver el vertedero de Seseña y otros mínimos que existen en la región”, concluye Nacho Hernando.