viernes, 26 abril 2024
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El deseo o ansia de ganar

En las horas posteriores al Clásico -como desde hace unos años se viene denominando al enfrentamiento entre las dos grandes potencias del fútbol mundial, Real Madrid CF y FC Barcelona- he escuchado y visto a muchos aficionados e informadores merengues despotricar por la imagen que el equipo había dado el pasado sábado en el Bernabéu. Lo de los aficionados lo entiendo; lo de los informadores, a veces, me ruboriza.

Pero no quería ni quiero quedarme en esos juicios subjetivos, incluso obligados durante el tercer tiempo, sobre si el equipo blanco estuvo mejor, peor, falto de actitud, contemplativo, parsimonioso…

Quería y quiero centrarme en los muchos espectadores que ante una cámara y un micrófono a la salida del templo de la Castellana clamaban indignados por el dinero que se habían gastado –algunos de ellos confesaban cientos de euros- “para ver esta mierda”.

real madrid barcelona opinion
Busquets intentar arrebatar un balón a Kroos (Foto:Real Madrid CF)

Uno, que ama y le gusta el fútbol y que disfruta cuando se juega bien y sufre cuando en un partido cualquier parecido con el buen trato de balón y asomo de calidad brillan por su ausencia, no puede entender que se califique ese encuentro con tal despectivo término.

Para mí fue un partido de fútbol muy bueno, de esos de los que sales diciendo “he amortizado la entrada” por todo lo que se ha visto sobre el campo. Sí, lo del Barça fue increíble, pero el Madrid, que se disparó al pie al olvidarse de Casemiro, entre otras cosas –creo yo-, tuvo varias opciones muy claras de marcar, hilvanó (pocas) jugadas de mérito y obligó a Claudio Bravo a lucirse bajo palos en nítidas ocasiones de gol.

De haber entrado alguna de ellas, quién sabe el devenir de los acontecimientos, y menos tratándose del Bernabéu. Y, en cualquier caso, de finalizar el marcador mucho más ajustado de lo que finalizó, estaríamos hablando de un choque de poder a poder entre una plantilla plagada de figuras que tiene una enorme pegada y de un equipo que juega como bloque y que cuando está preciso desespera al más pintado.

Otra vez más el resultadismo, palabreja acuñada en el mundillo del balompié, prima y ‘priva’ entre los aficionados, o mejor dicho forofos, y les impide disfrutar y discernir lo que es este deporte. Una pena, porque yo vi mucho fútbol, aunque me hubiera gustado, como a todos, que el encuentro hubiera estado más igualado y emocionante. Bueno, a los culés no.

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